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México

¿Qué tenían las pastillas para adelgazar que provocaron la muerte de una mujer en Monterrey?

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Hace unos días comentamos el caso de Lucero Priscila Garza, una mujer de Monterrey, quien a través de internet y sin una receta médica de por medio, adquirió unas pastillas para adelgazar, mismas que terminaron por provocarle una serie de complicaciones de salud que derivaron en un accidente cerebrovascular y, finalmente, su muerte. ¿Pero sabes realmente qué contenían las pastillas?
Para empezar, el producto se llama Avitia Cobrax y desde el 2014 la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) prohibe su comercialización en nuestro país porque, al igual que otros suplementos alimenticios, se considera que contiene elementos que ponen en riesgo la salud de sus consumidores.
Por otra parte, a pesar de esta prohibición, desde hace tiempo las pastillas han encontrado un nuevo nicho de venta a través de internet en páginas como Mercado Libre y Facebook, donde es posible comprarlas por un costo que varía entre los mil y los mil 500 pesos, sin que hasta el momento las autoridades hayan podido detener su comercialización clandestina en el país.
En ese sentido, las pastillas se ofrecen como “un método natural” para ayudar al consumidor a bajar de peso rápidamente y en su etiqueta el producto señala que ayuda a quemar calorías “por medio de calor, reduciendo el porcentaje de grasa corporal sin reducir músculo”.
A continuación te compartimos la lista con los ingredientes que contienen las pastillas y, de acuerdo con la Secretaría de Salud de Nuevo León (SSNL), se iniciará una investigación para encontrar a los responsables de este suceso.
Ácido alfa lipóico
Ácido linoleico conjugado
Vitamina C
Minerales
Té verde
Hipofosfito de calcio
Ribosa
Citrato de potasio
Melón amargo
Flor de jamaica
Miristato de calcio
Jengibre
Resveratrol
N. acetil cisteína
Pingüica

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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