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En un año, autor de tiroteo en Las Vegas compró un arsenal

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Las Vegas (AFP).- Stephen Paddock, el hombre cuyo tiroteo de Las Vegas mató a 58 personas antes de suicidarse, compró 33 armas en los últimos 12 meses, explicó ayer un funcionario federal. A su vez, el comisario local, Joe Lombardo, señaló a Fox News que el número de heridos bajaba a 489.
Jill Snyder, agente especial a cargo de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego de Estados Unidos, dijo a medios locales que la mayoría de las armas que Paddock compró desde octubre de 2016 eran rifles. Paddock hizo su última compra de armas el jueves, tres días antes del tiroteo, según el USA Today.

Snyder dijo que “las autoridades no fueron notificadas de la compra de los rifles porque no se adquirieron en una sola compra, como establece la ley”.
El funcionario anunció el martes que Paddock tenía casi 50 cañones – una combinación de rifles, escopetas y pistolas – en tres lugares. También dijo que el asesino tenía dispositivos conectados a 12 rifles semiautomáticos que le permitían imitar disparos totalmente automáticos.

El pasado domingo, Paddock entró al hotel Mandalay Bay de Las Vegas con diez maletas con al menos 23 armas de fuego en su interior, entre ellas los rifles semiautomáticos y cientos de municiones. En total, las autoridades recuperaron 47 armas de fuego que pertenecían al tirador.

EL CRIMEN
Desde la ventana de su habitación, en el piso 32 del hotel, este jubilado disparó contra la multitud durante un intervalo de entre 9 y 11 minutos con los rifles semiautomáticos que había modificado para que dispararan más rápido. Después, el atacante se suicidó.

Desde el piso número 32, Stephen disparo contra la multitud. Foto: AFP
Al parecer, a Paddock le recetaron en junio un fármaco contra la ansiedad que puede provocar comportamientos agresivos, informó ayer el diario local Las Vegas Review-Journal.
Los documentos, obtenidos por el periódico a través de la base de datos del Programa de Supervisión de Prescripciones de medicamentos de Nevada, mostraron que el doctor Steven Winkler le recetó a Paddock el pasado 21 de junio 50 pastillas de 10 miligramos del sedante diazepam (valium).
Paddock compró el fármaco sin presentar tarjeta de seguro médico en una farmacia de la cadena Walgreens de Reno (Nevada) el mismo día que se lo recetó Winkler. El abuso de éste puede provocar incluso experiencias sicóticas en el consumidor, según detalló el portal especializado drugabuse.com.

TODO FUE PLANIFICADO
Las autoridades de Estados Unidos apuntaron que el tiroteo parece haber sido minuciosamente planificado: Paddock instaló una cámara en la mirilla de la puerta de su cuarto de hotel y dos en el pasillo.
«Parece que estaba esperando que alguien llegara a arrestarlo”, dijo el alguacil local Lombardo. A su vez, las autoridades seguían tomando con cautela la reivindicación que hizo el grupo yihadista Estado Islámico (EI) sobre el ataque de Paddock.
Los investigadores descartaron inicialmente cualquier relación de Paddock, quien no tenía antecedentes criminales, con el grupo terrorista.
«Este caso es un poco diferente de otros que tratamos en el pasado, porque aún no tenemos pistas para determinar la ideología del tirador, o explicar sus motivos”, reconoció a la cadena CNBC Andrew McCabe, subdirector del FBI.
«Tenemos que hacer un gran trabajo policial para juntar las diferentes piezas y armar el rompecabezas”, agregó.

Agencias

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Los retos de la Inteligencia Artificial ante un verano muy caliente

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El término “invierno de la inteligencia artificial” fue introducido por Roger Schank y Marvin Minsky en 1984, en la convención anual de la Asociación Norteamericana de Inteligencia Artificial (AAAI).

En ese encuentro advertían acerca de un probable estancamiento en el ámbito de la IA, caracterizado por una merma en el financiamiento y el entusiasmo hacia esta disciplina. La metáfora vino inspirada por el “invierno nuclear” del que se hablaba durante la Guerra Fría ante el riesgo de ataques con bombas atómicas, para ilustrar un periodo de declive, luego de una etapa de elevadas expectativas, respecto a las capacidades de la inteligencia artificial.

Cambio de narrativa

La revolución de la inteligencia artificial(IA) está marcando un antes y un después en diversas actividades profesionales, redefiniendo roles y automatizando ciertas funciones, particularmente aquellas caracterizadas por su repetitividad o la gestión de extensos volúmenes de datos.

Un informe del Departamento de Educación del Gobierno británico publicado a finales de 2023 evaluaba los posibles efectos de la IA en el mercado de trabajo de Reino Unido, señalando las debilidades de algunos puestos de trabajo. Algunos ejemplos que se encuentran en la línea de fuego de esta transformación tecnológica son: analistas de datos, periodistas, personal de back office, agentes bursátiles y traders, auditores y contables, consultores y analistas económicos, asesores financieros y analistas de riesgos financieros, entre otros.

IA y enriquecimiento global

McKinsey Global Institute ha examinado el impacto de la inteligencia artificial en campos como la economía y las finanzas, con un enfoque particular en su influencia en el ámbito laboral.

Los resultados de la investigación sugieren que, a pesar de los desafíos asociados con su adopción y absorción, la IA tiene el potencial de generar una actividad económica adicional a nivel global de entre 2,6 y 4,4 miles de millones de dólares anuales. Por ejemplo, el PIB español en 2021 fue de 1,4 mil millones de dólares. Esto aumentaría a nivel global el impacto de la inteligencia artificial en la economía entre un 15 y un 40 %.

El panorama de la IA ha experimentado un cambio significativo en los últimos años, con un marcado incremento tanto en su adopción como en la inversión por parte de las organizaciones. Desde 2017, la implantación de la IA se ha duplicado y actualmente más de la mitad de las empresas dedican más del 5 % de sus presupuestos para digitalización a esta tecnología.

Valor añadido e innovación

Ante el imparable avance de la inteligencia artificial, es momento de encarar la realidad: la entrada de la inteligencia artificial a las empresas afectará al trabajo de las personas, que deben reinventar su lugar en el mercado de trabajo.

Hay que evitar la llegada del “invierno del trabajo”: la formación de valor añadido y la habilidad de pensar de manera innovadora, lo que llaman “pensar fuera de la caja”, ya no son meros complementos sino requisitos indispensables para no verse relegados en sus funciones.

La innovación y la ética deben ir de la mano en este nuevo escenario, pero, sin una dosis de creatividad y aporte único, el desarrollo humano y el crecimiento profesional corren el riesgo de estancarse.

Este cambio de paradigma no admite términos medios: o los trabajadores se mantienen evolucionando constantemente o se quedarán atrás.

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