La Policía danesa anunció este sábado haber hallado la cabeza y las piernas de la periodista sueca Kim Wall, que murió cuando fue a entrevistar al inventor danés Peter Madsen en agosto a bordo de su submarino.
Los buzos los encontraron el viernes en la bahía de Køge, a unos 50 kilómetros al sur de Copenhague, precisó ante la prensa el inspector de Policía de Copenhague, Jens Moller Jensen.
«La pasada noche, nuestro dentista forense confirmó que se trataba de la cabeza de Kim Wall», declaró.
Primero se descubrió una bolsa con ropa de la periodista. «En la misma bolsa, había un cuchillo y tuberías de plomo para hundirla», explicó.
Las dos piernas fueron halladas después, así como «una cabeza que se encontraba también en una bolsa, que fue igualmente lastrada con múltiples piezas de metal».
El pasado 21 de agosto, el tronco de la joven mujer, cuyas extremidades y cabeza fueron seccionados de forma deliberada, fue descubierto por un ciclista en la bahía de Køge. Hacía 11 días que la periodista, de 30 años, había desaparecido.
‘Ningún signo de fractura’
El inspector Jensen señaló asimismo que no había «ningún signo de fractura en el cráneo ni ningún otro signo de violencia brutal en el cráneo».
Acusado de asesinato y profanación de cadáver, Peter Madsen, de 46 años y casado, está detenido desde el 11 de agosto.
Este ingeniero autodidacta, obsesionado por la conquista del mar y del espacio, afirma ser inocente, a pesar de los numerosos indicios en su contra.
El 10 de agosto, cerca de Copenhague, Peter Madsen embarcó en el UC3 Nautilus, un submarino que él mismo había diseñado y construido, con Kim Wall, una periodista independiente que quería entrevistarlo.
Por la noche, el compañero de la reportera alertó a la Policía al no tener noticias suyas.
Madsen fue auxiliado el 11 cerca del estrecho de Öresund, entre Dinamarca y Sueca, poco antes de que su submarino naufragara, después de ser saboteado por el propio inventor, según las autoridades danesas.
En un primer momento, Madsen dijo que la periodista había desembarcado con vida en la isla de Refshaleoen, en Copenhague, la noche del 10 de agosto.
Después, cambió su versión de los hechos y explicó que la mujer había sucumbido a un accidente y que, movido por el pánico, lanzó su cuerpo al mar.
Según esta versión, él subió al puente del submarino, manteniendo la puerta de la escotilla de acceso a la torre donde se encontraba Wall. Resbaló y tuvo que dejar el portillo, de 70 kilos, que cayó sobre la cabeza de la periodista, haciéndola caer brutalmente.
El cuerpo de la periodista estaba intacto, según él, cuando lo lanzó por la borda.
La acusación sostiene que Madsen mató a Wall para satisfacer sus fantasías sexuales, y que después mutiló el cuerpo.
La autopsia del cuerpo no permitió establecer las causas de la muerte, aunque puso de relieve múltiples mutilaciones infligidas en las partes genitales de la víctima.
Películas de mujeres degolladas
El martes, la fiscalía danesa anunció que se encontró en el taller del inventor un disco duro con películas «fetichistas» en las que mujeres «reales» eran torturadas, decapitadas y quemadas.
«Este disco duro no me pertenece», dijo Madsen, dando a entender que varias personas tenían acceso a su taller.
También asegura que nunca mantuvieron una relación sexual y que su relación era puramente profesional.
La abogada del acusado, Bertina Hald Engmark, confirmó que su cliente ha sido informado del descubrimiento de la cabeza de la víctima, pero que no ha dicho nada.
Periodista independiente, Kim Wall trabajó para The Guardian y The New York Times. Graduada por la Escuela de Periodismo de Columbia, trabajaba entre Nueva York y China.