La osteoporosis es la causa de más de 1.3 millones de fracturas en el mundo
Durante el 2016, tres de cada cinco mujeres presentaban esta afección. Declarada por la OMS como una “epidemia intolerable”, constituye una de las 10 enfermedades que más daño causa a la población
La osteoporosis es una condición que se caracteriza por una disminución de la masa ósea y un deterioro de la microarquitectura de los huesos, lo que supone un aumento de su fragilidad y el riesgo de presentar fracturas. La osteoporosis ha sido declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una “epidemia intolerable” y constituye una de las 10 enfermedades que más daño causa a la humanidad.
Esta afección determina el 70% de las fracturas por trauma menor en mujeres mayores de 45 años, por lo que el 40% de las mujeres mayores de 50 años sufrirán una fractura osteoporótica en algún momento de su vida. En Venezuela, se estima que cerca del 40% de mujeres mayores de 50 años presenta osteopenia, y 25% osteoporosis. Sólo un 10% (mayores de 70 años) tienen masa ósea normal.
De acuerdo con la doctora Rita Pizzi, ginecóloga y endocrinóloga, Esta patología es más frecuente en las mujeres, suele ser asintomática y puede pasar desapercibida durante muchos años hasta que finalmente se manifiesta con una fractura.
La especialista aclaró que se trata de un trastorno metabólico óseo, caracterizado por una masa ósea baja y una alteración de la fortaleza del hueso. “El papel de los estrógenos es fundamental en desarrollo de la osteoporosis durante la menopausia en la mujer. Su deficiencia incrementa la resorción y disminuye la formación, lo cual resulta en un deterioro rápido de la masa ósea”.
Factores de riesgo
Existen factores de riesgo que propician la aparición de esta patología, tales como el avance de la edad, una historia familiar de osteoporosis y/o fractura después de los 50 años, baja masa ósea, ingesta baja de calcio de por vida, deficiencia de vitamina D, inactividad física, historia de períodos de amenorrea, anorexia nerviosa y menopausia precoz o quirúrgica.
Otros factores de riesgo incluyen: ser mujer blanca o asiática, hábitos psicobiológicos (cigarrillos y alcohol, dos tragos por día), ciertas enfermedades crónicas como artritis reumatoide, tener un peso menor de 57.7kg, índice de masa corporal menor a 21kg/m2.
Adicionalmente están: el exceso de hormona tiroidea, estar bajo tratamiento con glucocorticoides, quimioterapia, anticonvulsivantes, anticoagulantes, fármacos indicados en la endometriosis, inhibidores de la aromatasa (fármacos para tratar el cáncer de mama y de ovario en mujeres postmenopáusicas), constituyen elementos predisponentes para esta afección.
La osteoporosis posmenopáusica es asintomática, a menos que aparezcan complicaciones como fracturas, pérdida de estatura y deformidades. “La historia clínica resulta el instrumento más poderoso con el que cuenta el médico para elegir a quién estudiar. La densimetría ósea constituye el estándar de oro para el diagnóstico de osteoporosis, es el procedimiento no invasivo de evaluación cuantitativa de la masa ósea”, indicó la experta.
Tratamiento a tiempo
La especialista en ginecología y endocrinología, aclaró que: antes de iniciar cualquier tratamiento de osteoporosis es necesario descartar las causas secundarias. Se requiere de un equipo multidisciplinario para el diagnóstico y tratamiento adecuado.
“Deberá recibir tratamiento toda mujer que muestre un valor en la densitometría (T menor a -2,5) ó cuando el riesgo de fractura calculado por una escala de riesgo denominada ‘FRAX’ esté aumentado. La prevención y diagnóstico temprano son necesarios para alcanzar un buen pico de masa ósea, y así prevenir la osteoporosis y la terrible complicación que es la fractura”, explicó la doctora.
Pizzi afirmó que los bisfosfonatos, entre ellos el ibandronato, reducen la tasa de pérdida ósea preservando la microarquitectura del hueso, aumentan el volumen de la matriz ósea y el grado de mineralización. Estos medicamentos han demostrado su efectividad en la reducción del riesgo de fracturas, mejoría de la masa ósea y supresión de marcadores bioquímicos por su importante efecto antirresortivo. Su uso está indicado no solo en el tratamiento de la osteoporosis sino, en la primera etapa de la enfermedad (osteopenia), o para prevenir el avance en pacientes que tenga la predisposición a ella. Estas indicaciones las hará siempre el médico tratante de cada paciente.