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Cae autor intelectual del asesinato de Miroslava Breach

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El jefe de sicarios del grupo delictivo Los Salazares, del Cártel de Sinaloa, Juan Carlos Moreno Ochoa, fue detenido como uno de los presuntos responsables del homicidio de la periodista Miroslava Breach Velducea.

La detención, según pobladores de la región serrana, se realizó en los límites del municipio de Chínipas con Álamos y Navojoa del estado de Sonora.

La información que se conoce hasta el momento de forma extraoficial es que Mendoza Ochoa es originario de Chínipas, trabaja para Los Salazares y ascendió hasta convertirse en jefe de sicarios.

El detenido fue quien organizó, contrató y trasladó la gente que se encargó del crimen, incluido un sobrino llamado Jasiem Villa.

El operativo estuvo a cargo de la Policía Federal en coordinación con autoridades estatales.

Miroslava Breach, corresponsal de La Jornada, fue asesinada el 23 de marzo pasado.

Un año atrás, la periodista comenzó a recibir amenazas por un reportaje sobre candidatos narcos, entre los que postularon a Juan Salazar Ochoa, sobrino de los jefes del Cártel de Los Salazares.

Una vez que se conoció el origen del precandidato a la alcaldía de Chínipas, de Juan Salazar, el PRI lo suplió.

El líder del grupo delictivo que controla Chínipas y los dos municipios de Sonora es Adán Salazar Zamorano, quien está detenido por delincuencia organizada desde el 2011 en un penal federal.

En su lugar se quedó en la plaza su hermano, Crispín Salazar; ambos son tíos de Juan Salazar, quien habría participado también en el asesinato de Miroslava Breach.

Juan Carlos Moreno fue trasladado a Chihuahua esta mañana en medio de un fuerte operativo de seguridad.

Fuente: Proceso

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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