Los equipos de rescate de Taiwán trabajan contrarreloj en el rescate de supervivientes y la búsqueda de 76 desaparecidos por el terremoto que sacudió la ciudad oriental de Hualian y causó 7 muertos y 256 heridos.
En las labores de salvamento, dificultadas por la ola de frío que se vive en la zona, participan 644 militares y más de 750 efectivos de la Policía y los bomberos, con equipos de excavadoras y detectores de signos vitales, informó el primer ministro isleño, Lai Ching-de.
Un total de 227 personas han sido rescatadas, según las cifras publicadas por el Centro de Respuesta ante Emergencias.
El jefe de Gobierno anunció ya una partida de 300.000 millones de dólares de Taiwán (unos 10,2 millones de dólares, 8,3 millones de euros) para las víctimas y sus familiares, lo que incluye indemnizaciones y ayudas extra para alojamiento y atención médica.
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La presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, también compareció con motivo de la catástrofe natural y prometió “no abandonar los esfuerzos de rescate mientras exista la más mínima probabilidad de salvar vidas”.
El terremoto ha dañado varias infraestructuras, entre ellas dos puentes y varias carreteras, aunque el primer ministro subrayó que ya se han iniciado las tareas de reparación y se espera una “vuelta a la normalidad” en breve.
Entre los edificios afectados se encuentra el Hotel Tongshuai, donde los primeros pisos se hundieron dejando atrapados a tres empleados, de los que dos fueron rescatados con vida de los escombros tras 15 horas de trabajos de salvamento, mientras que la tercera, una mujer, es uno de los fallecidos en el terremoto.
“Estaba a punto de salir de mi trabajo cuando llegó el terremoto”, dijo a la prensa uno de los rescatados, Chen Ming-hui.
Otras estructuras especialmente dañadas por el sismo fueron el Edificio Residencial-Comercial Yunmencuidi, que albergaba un restaurante y quedó inclinado casi 45 grados, y el Hotel Meilun, donde se concentran la mayoría de las personas no localizadas hasta el momento.
Entre los heridos hay 33 extranjeros, sin que por el momento se haya informado de víctimas españolas o latinoamericanas, mientras que uno de ellos, chino, se encuentra en estado crítico, informó el centro de emergencias.
Aunque las zonas más afectadas fueron las cercanas a la ciudad de Hualien, en concreto los distritos nororientales de la urbe, el terremoto, registrado a las 23.50 hora local del miércoles (15.50 GMT del martes) se sintió en toda la isla y desencadenó el pánico de muchos.
El epicentro del terremoto se situó a 18,3 kilómetros al noreste de la ciudad de Hualien.
Desde el pasado fin de semana se han registrado cientos de sismos de distinta intensidad en la isla, incluyendo uno de magnitud 6,1 el domingo, una fuerza poco usual -pese a la frecuente actividad sismológica en Taiwán- que desencadenó especulaciones sobre el advenimiento de un fuerte terremoto.
La frecuencia de temblores y el hecho de que algunos hayan sido de magnitud 5,1 constituyen un caso “sin precedentes y no una liberación normal de energía”, dijo hoy el jefe de sismología del Servicio Meteorológico Central de Taiwán, Chen Kuo-chang.
“No se puede descartar que el sismo del martes sea un preludio para otro mayor, aunque no es muy probable”, predijo Chen.
Otros sismólogos isleños consideran probable que en las cercanías de la isla, en concreto en la fosa de las Ryukyu, se registre un movimiento de tierra de más de 8 grados de magnitud en el plazo de unos diez años.
Taiwán se encuentra en el llamado anillo de fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica, y en 1999 registró un terremoto de magnitud 7,6 que causó 2.415 muertos.
Con información de EFE