Cuatro elementos de la Policía de Tecalitlán fueron detenidos luego de que confesaron que entregaron al crimen organizado a los tres italianos que desaparecieron el 31 de enero en este municipio.
“Se han cumplimentado el día de hoy cuatro órdenes de aprehensión giradas por el juez Sexto de Oralidad del Sexto Distrito con sede en Ciudad Guzmán, por los delitos de desaparición forzada de personas”, informó el fiscal Raúl Sánchez Jiménez.
Los involucrados son Emilio N, Salomón N, Fernando N y Lidia N. En caso de ser encontrados culpables, podrían pasar en la cárcel entre 40 y 60 años. Los detenidos ya fueron vinculados a proceso y se les dictó un año de prisión preventiva.
“Estas personas (los policías) confiesan haberlos entregado a otras personas de la delincuencia organizada de Tecalitlán”, explicó.
El funcionario indicó que todavía no localizan a los extranjeros. Afirmó que se desconoce el motivo por el cual los uniformados los pusieron en manos de integrantes de una organización delictiva.
“Es parte de la investigación, una vez que estén en audiencia con el juez de control se van a hacer los argumentos de su participación de cada uno”, dijo. Sánchez Jiménez agregó que los europeos desaparecieron cerca de la gasolinera de Tecalitlán y los llevaron rumbo a la carretera de Jilotlán de los Dolores.
Destacó que el director de la Policía municipal todavía no aparece; y resaltó que los italianos Raffaele Russo, Antonio Russo y Vicenzo Cimmino, no estuvieron detenidos en la cárcel municipal.
El pasado 20 de febrero, la Fiscalía intervino a la Policía de Tecalitlán para investigar la posible participación de uniformados en la desaparición de los tres ciudadanos extranjeros.
La dependencia trasladó a 33 elementos a las instalaciones ubicadas en Río Nilo y Patria, en Guadalajara. Allí también fueron sometidos a pruebas que aseguraran sus condiciones para que pudieran regresar a sus labores. Mientras se llevaban a cabo estos trámites, personal de la Fuerza Única se hizo cargo de la seguridad y la vigilancia en Tecalitlán.
En audios divulgados por familiares, se escuchó que Antonio y Vicenzo advertían que policías los habían interceptado en una gasolinera cuando estos habían ido a buscar a Raffaele. En las primeras declaraciones de los denunciantes, señalaron que extranjeros habían llegado al país como turistas. Después relataron que llegaron a comprar ropa para venderla en Italia.
Autoridades estatales contactaron a Simone Landini, consejero de la Embajada Italiana, y Guido Lanneli, agregado de la Policía de ese país, tras lo que se percataron de que al menos Raffaele tenía antecedentes por fraude en Campeche.