Aunque la aspirante presidencial María de Jesús Patricio, Marichuy, no estará en la boleta del 1 de julio, el movimiento que ella representa —el de los pueblos indígenas— rechaza sumarse a la campaña de quienes sí se convertirán en candidatos, incluido el morenista Andrés Manuel López Obrador.
«No pudimos lograr que Marichuy esté en la boleta electoral, pero se lograron muchas conquistas», dijo el antropólogo Gilberto López y Rivas, exasesor del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y quien colaboró con el equipo de Marichuy a través de la organización de intelectuales Llegó la Hora del Florecimiento de los Pueblos.
Pese a que algunas voces piden al movimiento sumarse a la campaña de López Obrador —como lo hizo el sacerdote y activista Alejandro Solalinde, conocido por su trabajo con migrantes—, López y Rivas ve muy lejana esta posibilidad.
«Está fuera de lugar apoyar a cualquier candidato, incluido AMLO», dijo el antropólogo, y acusó al fundador de Morena de haber hecho una precampaña para «quedar bien con los poderes fácticos», lo que lo convierte en «un candidato más del sistema».
Desde el entorno de López Obrador y Morena se ha acusado al movimiento indígena de fragmentar el voto de la izquierda, a lo que López y Rivas respondió que lo que ha hecho Marichuy ha sido señalar «a aquella izquierda que se diluye con la derecha».