Wang Mingqing, de 49 años de edad, pasó casi tres años años buscando a su hija perdida en su taxi, patrullando constantemente las calles de la provincia de Chengdú, en China, hasta que la encontró.
La certeza de haber encontrado a su hija, a quien Mingqing no volvió a ver tras perderla en 1994, cuando apenas tenía 3 años de edad, fue confirmada por una prueba de ADN realizada el pasado 1 de abril de 2018.
Según los medios locales, Mingqing se convirtió en taxista en 2015 con la esperanza de incrementar las posibilidades de hallar a su hija, preguntando a cada pasajero por ella hasta que en marzo pasado, una joven mujer que sospechaba ser la hija que Wang buscaba, pidió a la Policía que le hiciera una prueba de ADN para verificar su identidad.
Wang Mingqing recuerda la ocasión en la que perdió a su hija, un lejano día de 1994 cuando él vendía fruta a un nutrido grupo de compradores, en una de las calles de Chengdú.
El taxista relata que tras abandonar su puesto callejero por unos minutos para conseguir cambio, volvió solo para descubrir que su hija había desaparecido.
Wang recuerda con tristeza aquel fatídico día en que perdió a su pequeña: “Los tres salimos de la casa felices esa mañana, pero solo regresamos su madre y yo”.
Desde entonces, tanto Wang como su esposa no han dejado de buscar a su hija, ya sea trabajando en conjunto con la Policía, visitando refugios para niños perdidos u hospitales cercanos.
Al cumplirse poco más de dos décadas de búsqueda, el padre de familia decidió convertirse en taxista para ver si así encontraba a su hija, pidiendo información a todos los clientes que se subían a su vehículo.
Wang pegó un cartel con la foto de su otra hija, ya que no tenían imágenes de la desaparecida, y repartió tarjetas a cada uno de sus pasajeros para ver si algún día alguien le daba pistas para dar con ella.
Fue gracias a la viralización de la historia de Wang en internet, que la hija perdida se enteró que sus padres continuaban buscándola, por lo que en marzo pasado acudió a las autoridades para que la pusieran en contacto con los Mingqing.
Tras una charla en videoconferencia, la hija descubrió que compartía ciertas similitudes con la niña perdida: ambas tenían una cicatriz en la frente y sentían náuseas cuando lloraban.
Según el portal People’s Daily, la hija de Wang, cuyo nombre aún no es divulgado por los medios locales, viajó a Chengdú para reunirse nuevamente con su familia, tras 24 años de estar lejos de ella.
No fue hasta que la mujer se practicó un examen de ADN cuando descubrió que, en efecto, era la niña que sus padres habían estado buscando por tanto tiempo.
Tras confirmar su parentesco, la joven viajó a Chengdú con su marido y sus dos hijos para reunirse con sus padres. En las fotos de la emotiva reunión, se aprecia como el señor Wang la abraza y le dice “Papá te ama”.
De acuerdo al diario Beijing Youth Daily, la hija pródiga describió el reencuentro con lágrimas en los ojos, diciendo que “el mundo le había dicho que no tenía madre, pero que por fin la había encontrado”.