Gustavo Madero ya perdonó a su «hijo pródigo». El último episodio que protagonizó con Ricardo Anaya fue la noche del 22 de abril cuando lo acompañó a festejar –junto con un grupo de simpatizantes del frente– el «triunfo» del primer debate presidencial.
«Es una persona muy preparada que va a llegar a ser presidente de la República», dijo el exdirigente panista, ahora candidato a senador de la República, al portal ADNPolítico cuando fue cuestionado si ya perdonó las «traiciones» de Anaya.
«Lo he apoyado siempre porque es un candidato que nos va a ayudar a llegar a la presidencia», sostuvo cuando se le insistió si ya olvidó que en algún momento tachó de desleal al actual abanderado del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.
Primero lo llama «traidor» pero las campañas los han reconciliado
Luego de meses de distanciamiento, el candidato presidencial de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya fue respaldado por quien es considerado su padrino político, Gustavo Madero, que se comprometió a llevarlo a Los Pinos.
En agosto de 2016, Madero Muñoz llamó “traidor” al otrora Joven Maravilla, al haber incumplido su acuerdo de posicionar a don Gustavo como coordinador de los diputados del PAN en San Lázaro.
Cabe recordar que, Anaya era el hijo pródigo de Gustavo Madero en 2015, incluso lo dejó como interino en la dirigencia nacional de Acción Nacional cuando se fue a buscar una diputación. Después apoyó plenamente al Cerillo para buscar la presidencia de manera definitiva.
El acuerdo entre ambos personajes era que Ricardo Anaya le daría “los diputados del PAN” a Madero. La traición se dio cuando el ahora candidato presidencial optó por elegir a Marko Cortés como coordinador de la bancada panista en San Lázaro.
¿Cómo surgió la relación?
Ricardo Anaya se convirtió en militante del PAN cuando él tenía 21 años. Su salto a la política nacional se dio en 2011 cuando Felipe Calderón Hinojosa lo nombró subsecretario de Planeación Turística de la Secretaría de Turismo (Sectur). Antes había desempeñado cargos en su natal Querétaro.
En 2012 se hizo diputado federal por la vía plurinominal y al año siguiente se convirtió en el presidente de la Mesa Directiva, en la que se mantuvo hasta 2014.
Su oportunidad se dio en septiembre de 2014 cuando pasó de ser secretario general del partido a presidente interino.
Madero lo impulsó para quedarse a cargo cuando él solicitó licencia para encabezar la lista de diputados de representación proporcional en la elección intermedia del 2015.
Luego, Anaya llamó a elecciones y ganó. Madero advirtió entonces que su ahijado político había secuestrado al PAN.
Las críticas arreciaron en agosto de 2016 cuando quedó fuera de la dirigencia de la Mesa Directiva, pues Anaya apoyó a los diputados Javier Bolaños Aguilar y María Guadalupe Murguía Gutiérrez para esa posición, durante seis meses cada uno, en ese órgano legislativo.