El volumen de medicamentos ilegales que se venden en México tiene al país como el sexto en el mundo en esta práctica, por debajo de China, Rusia, Estados Unidos, India y Brasil.
Según la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica, seis de cada diez medicinas que se ofrecen en territorio nacional son robadas, caducas, falsificadas, recuperadas o elaboradas sin requerimientos mínimos de calidad.
En un informe enviado a la Cámara de Diputados por la Secretaría de Salud se indica que 8 millones de personas son víctimas de esas ventas.
Las entidades donde más se ofrecen medicamentos ilegales son Jalisco, Michoacán, Puebla, Nuevo León y la Ciudad de México.
Se destaca que la falsificación de medicinas ha encontrado un nicho en el país por el alto costo que tienen los antirretrovirales o los utilizados para tratar el cáncer. También se alerta que en el mercado circulan copias de insulina de acción rápida, lentes de contacto y preservativos.
Estadísticas de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica refieren que la falsificación de fármacos y su comercio ilegal dejan al crimen organizado ganancias por más de 11 mil 500 millones de pesos anuales.
El tráfico de esos medicamentos ha encontrado impulso en el plano virtual, pues ahí se pueden hallar y comprar de manera más sencilla.
Existe la probabilidad que entre 50 y 90% de los medicamentos que se adquieren por internet sean irregulares”, advierte la dependencia federal.
SON ILEGALES 6 DE CADA 10 MEDICINAS EN EL PAÍS
En México seis de cada 10 medicamentos que se ofrecen son robados, caducos, falsificados, recuperados o elaborados sin los requerimientos mínimos de calidad.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica, por esta venta irregular de medicamentos, el país está en el sexto lugar solo por debajo de China, Rusia, Estados Unidos, India y Brasil.
En un documento enviado a la Cámara de Diputados de parte de la Secretaría de Salud (SSA), también señala que ocho millones de personas son víctimas de esta venta, además de que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha detectado que las pérdidas pueden ascender a 150 millones de dólares.