Monitorear los cambios en capas de hielo y glaciares, almacenamiento de aguas subterráneas y superficiales, son algunos de los objetivos de la próxima misión GRACE-FO de la Adminsitración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglás en inglés).
El lanzamiento que consta de dos satélites gemelos está programado para este martes 22 de mayo, y entre otros propósitos también estará rastrear el movimiento del agua de la Tierra y cambios en la masa de la superficie en todo el planeta.
Asimismo, la cantidad de agua en grandes lagos y ríos, cambios en el nivel del mar y las corrientes oceánicas proporcionarán una visión global integrada de cómo el ciclo del agua y el balance energético de la Tierra han evolucionado.
GRACE-FO continuará el legado de GRACE, y contará con el apoyo del Centro de Investigación Alemana para las Geociencias (GFZ, por sus siglas en inglés).
Esta nueva misión está diseñada para medir los cambios en la atracción gravitatoria que resultan de las modificaciones en la masa de la Tierra. Más del 99 por ciento de la atracción gravitatoria media del planeta “azul”, no cambia de un mes a otro.
Lo anterior se debe a que proviene de la masa de la Tierra sólida en sí misma, su superficie e interior, y rara vez se mueve o lo hace manera lenta.
Por su parte, el agua se desplaza de forma continua por todas partes: cae la nieve, las corrientes oceánicas fluyen, el hielo se derrite, destacó la NASA en su página de Internet.
Conforme los satélites gemelos GRACE-FO orbiten alrededor de la Tierra, uno tras otro, los cambios en la masa modifican la distancia entre ambos de forma ligera muy ligeramente.
Los resultados se analizarán para crear mapas globales mensuales de los cambios y la redistribución de la masa de la Tierra cerca de la superficie.
“El agua es fundamental para cada aspecto de la vida en la Tierra: para la salud, la agricultura, para mantener nuestra forma de vida”, dijo el director del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés), Michael Watkins.
“GRACE-FO proporciona una forma única de medir el agua en muchas de sus fases, lo que nos permite administrar los recursos hídricos de manera más efectiva”, sostuvo el director científico de GRACE-FO.
Las plantas extraen agua del suelo en sus raíces, la cual usan para crecer, si no hay suficiente, la sequía resultante puede impactar los suministros locales de agua, la agricultura regional e incluso los precios internacionales de los alimentos.
Los satélites gemelos medirán de forma directa los cambios globales en el agua almacenada bajo tierra en los acuíferos más grandes del mundo, tarea que inició por primera vez GRACE, destaca la NASA.
“Cuando el agua está bajo tierra, es imposible observar directo desde el espacio. No hay imagen que pueda tomar o el radar puede rebotar en la superficie para medir los cambios en esa profundidad del agua”, apuntó Watkins.
“Pero tiene masa, y GRACE-FO es casi la única forma que tenemos de observarlo en grandes escalas. Del mismo modo, el seguimiento de los cambios en la masa total de las capas de hielo polar también es muy difícil, pero GRACE-FO esencialmente pone una -escala- debajo de ellos para rastrear sus cambios a lo largo del tiempo”, abundó.
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