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Llegan a acuerdo para la revancha de Canelo Álvarez y Gennady Golovkin

Dos horas después de pasar la hora límite para pactar el combate de revancha entre Canelo Álvarez y Gennady Golovkin, el propietario de Golden Boy Promotions Oscar De La Hoya anunció que se había llegado a un acuerdo.

«Feliz de informar que sí tenemos pelea el 15 de septiembre», dice el tuit del ex boxeador, quien horas antes mencionó que la pelea estaba muerta.

No hay detalles de cuál fue el acuerdo entre las dos partes.

Al mediodía del miércoles se cumplió el plazo puesto por Golden Boy Promotions, y no se había llegado a un acuerdo para pactar la revancha en septiembre entre el kazajo Gennady Golovkin, quien no consideró justa la oferta que le daba la empresa de Óscar de la Hoya para enfrentarse por segunda vez al mexicano Saúl ‘Canelo’ Álvarez.

El manejador de Golovkin, Tom Loeffler, confirmó entonces que continuaba conversando con el presidente de la compañía Eric Gómez.

«No sé si tengamos más tiempo, esa es la cuestión, no hubo acuerdo cuando se cumplió el plazo, pero no está muerta (la pelea), estamos esperando algunas firmas de unas cosas», dijo Loeffler en esos momentos.

En contraste, de acuerdo a lo señalado por Oscar De La Hoya a Dan Rafael, de ESPN, la pelea está muerta.

«No hay pelea, no hay pelea», dijo De La Hoya al mediodía del miércoles a ESPN. «Queremos la pelea, Tom Loeffler quierre la pelea. Claramente el único que no quiere la pelea es GGG».

Golden Boy había dicho que el mediodía de este miércoles, hora de Los Angeles, iba a ser el límite de espera para que Golovkin respondiera si aceptaba la oferta de división de porcentaje de ganancias de 42.5% para él y de 57.5% para Canelo, que consideraron como su última oferta.

Golovkin de arranque pidió una división porcentual de 50/50, y después dio una contraoferta de 55/45, a favor de Canelo, cuando le pusieron en la mesa un 60/40 de arranque para este segundo esperado pleito luego de la cancelación del combate del 5 de mayo por los problemas ya conocidos de Canelo con un par de exámenes antidopaje.

Tanto Golden Boy Promotions como GGG Promotions esperan que la segunda batalla entre Canelo y Golovkin será mucho mejor, financieramente hablando, que la de septiembre de 2017, y por ende se espera que tanto el popular mexicano como el ídolo kazajo sumen la mejor bolsa de su carrera.

En septiembre pasado, Gennady Golovkin defendió con éxito los títulos de peso mediano de la Asociación Mundial de Boxeo, Consejo Mundial de Boxeo y Federación Internacional de Boxeo al empatar con Canelo Álvarez en uno de los pleitos candidatos a lo mejor del año.

Pero en mayo, Golovkin iba a buscar ante Canelo la vigésima defensa de su título mundial de peso medio, igualando la marca de Bernard Hopkins; sin embargo, los problemas de doping de Álvarez por niveles bajos de clembuterol evitaron que se realizara la pelea, pues el jalisciense fue suspendido seis meses y el kazajo tuvo que pelear con Vanes Maritrosyan, alcanzando la marca.

Sobre la sede del pleito, había informado Éric Gómez, presidente de Golden Boy, que sería en la T-Mobile Arena de Las Vegas, y con la confirmación de la pelea, es cuestión simplemente de confirmar la misma sede en la que vendieron más de 27 millones de dólares en boletos en septiembre pasado.

ESPN

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Dodgers se enfrentan al ICE: rechazan uso del estadio como base para redadas migratorias

En un acto sin precedentes, los Dodgers de Los Ángeles negaron este jueves el acceso a vehículos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) a los estacionamientos del Dodger Stadium, en lo que representa una clara postura frente a las redadas migratorias que han estremecido a la comunidad latina en California.

La organización deportiva, considerada uno de los símbolos más influyentes de la ciudad, emitió un mensaje contundente a través de su cuenta oficial en X: “Esta mañana, ICE agentes llegaron al Dodger Stadium y solicitaron permiso para acceder a los estacionamientos. La organización les negó la entrada. El juego de esta noche se jugará según lo programado.”

Fuentes locales señalan que los vehículos del ICE —algunos adaptados para operaciones logísticas y detenciones— habían intentado establecer una posible área de concentración temporal cerca de la Puerta E, en Elysian Park, como ha sucedido en otras zonas como Hollywood o Pasadena. Sin embargo, la administración del equipo, respaldada por el carácter mayoritariamente privado del inmueble, ejerció su derecho de admisión para frenar el intento.

Parte del terreno del estadio sigue en manos del expropietario Frank McCourt, pero la decisión final fue consensuada dentro de la directiva del club, que ha enfrentado presión en días recientes para asumir un rol más activo frente a las detenciones migratorias.

Ese mismo día, se esperaba que los Dodgers presentaran un plan de apoyo a organizaciones que brindan asistencia a inmigrantes afectados por redadas. Lo ocurrido marca, según activistas y medios locales, “la primera respuesta contundente” del club en defensa de su afición migrante, históricamente base fundamental de su identidad y legado.

Alrededor de dos decenas de manifestantes se congregaron de manera pacífica frente al estadio para exigir el retiro del ICE y mostrar solidaridad con las comunidades afectadas. La Policía de Los Ángeles (LAPD), a solicitud del equipo, mantuvo a los manifestantes fuera del acceso principal.

La concejala Eunisses Hernández, en declaraciones posteriores, criticó la presencia de ICE en zonas cercanas al estadio y celebró la decisión de los Dodgers al señalar: “Propiedad privada es diferente. Pueden decir: ‘no en mi propiedad’.”

También hubo pronunciamientos dentro del vestidor. El pelotero puertorriqueño Kiké Hernández expresó públicamente su respaldo a la comunidad migrante, sumándose al mensaje de inclusión que la organización ha querido reforzar.

Pese a la tensión, el encuentro entre Dodgers y Padres se celebró sin contratiempos, con gradas llenas y sin alteraciones en el campo. Pero el gesto del club no pasó desapercibido: en una ciudad donde la inmigración es parte esencial del tejido social, los Dodgers han decidido no quedarse al margen.

Lo sucedido podría marcar un precedente sobre el papel que equipos deportivos pueden asumir ante políticas migratorias controvertidas. En un momento donde el deporte y la política se entrelazan más que nunca, los Dodgers no solo jugaron un partido este jueves: también fijaron una postura.

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