En Los Pinos, el presidente Enrique Peña Nieto defendió los beneficios de las reformas estructurales implementadas durante su administración.
Destacó que su gobierno tuvo claro desde 2012 que el desarrollo de México no partía de cero, aunque se requerían ajustes que vinieron a partir de los cambios que se promovieron.
«En esta administración tuvimos claro que el desarrollo de México no parte de cero cada seis años, pero que también era necesario llevar a cabo ajustes que habían sido pospuestos durante décadas.
«Para insertarnos en el siglo XXI era necesario contar con un marco legal más moderno y robusto. Un marco legal que fortaleciera el estado de derecho, que dinamizara todos los sectores de la economía, que cerrara o contribuyera a cerrar las brechas de la desigualdad”.
Dijo que con la participación de los tres poderes de la unión, los tres órdenes de gobierno y de la propia sociedad se lograron estas reformas.
En este marco reiteró el reconocimiento a las fuerzas políticas que antepusieron el interés de México a ventajas partidistas.
«Las reformas no tienen sello personal ni color partidista, su único fin es el bienestar colectivo”, subrayó.
Resaltó que estos cambios realizados fueron producto de una “democracia madura”, que quedó demostrada durante la pasada jornada electoral y en la que las instituciones, gobierno y la sociedad cumplieron su papel.