El avión de pasajeros que se accidentó el martes en el aeropuerto mexicano de Durango fue impactado por una ráfaga de viento que lo hizo descender bruscamente cuando despegaba y tocar tierra con el ala izquierda, afirmó hoy el gobernador del estado José Rosas Aispuro.
Aispuro explicó que el impacto del ala con el suelo provocó que se desprendiera el motor del lado izquierdo, se indicó en un comunicado del Gobierno del estado de Durango (norte de México).
La aeronave del vuelo 4231 de Aeroméxico se desplomó ya fuera de la pista, desplazándose sobre el terreno y quedando a unos 300 metros de la misma.
El gobernador indicó que inmediatamente se activó el centro de emergencia del Aeropuerto Guadalupe Victoria de la capital estatal, y minutos después el personal estatal y federal comenzó a brindar auxilio a los ocupantes del avión.
De acuerdo con el comunicado, la posición horizontal en que quedó el avión permitió el despliegue de los toboganes de emergencia, lográndose rescatar a los 99 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación del avión del fabricante brasileño Embraer y con 10 años de antigüedad.
Tras desplomarse al suelo muy cerca de la pista de aterrizaje, los pasajeros lograron salir del avión con rapidez antes de que se incendiase, sin que haya habido víctimas mortales, algo considerado milagroso habida cuenta de la envergadura del accidente.
«Dentro de lo lamentable de este evento no tenemos información hasta este momento de pérdidas humanas», dijo el director de la compañía Aeroméxico, Andrés Conesa.
Aispuo indicó, no obstante, que será la comisión de accidentes e incidentes de Aeronáutica Civil de México la instancia que dé a conocer las causas del accidente.
Una niña con quemaduras de primero y segundo grado es el herido de mayor gravedad, mientras que el piloto del avión se encuentra en estado estable después de ser operado en la noche del martes.