El Tren Maya que proyecta el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, será una infraestructura mucho más ambiciosa que la pensada en un principio, ya que según anunció ayer tendrá un trazado de 1,500 km (en lugar de 900) y conectará Chiapas no solo con Quintana Roo, como en un inicio, sino también con los principales puntos turísticos de Yucatán y Campeche.
La propuesta consiste en unir por un lado Palenque con Cancún, cruzando la selva de Campeche, cerca de Calakmul, y luego en dirección norte pasando por Bacalar y Tulum. Este era el trazado previsto. El nuevo sería un ramal que uniría Palenque con Campeche, Mérida y Valladolid.
Según explicó López Obrador, el proyecto deberá estar concluido “a más tardar” en cuatro años y costará entre 120,000 y 150,000 millones de pesos —el doble de lo que propuso en campaña— que se financiarán a seis años con dinero público y privado.
Se utilizarían fondos del impuesto al turismo —unos 7,000 millones de pesos al año— y para complementarlos se lanzaría una convocatoria de inversión mixta público-privada el 1 de diciembre, fecha de la toma de posesión de López Obrador.