Para muchos no será suficiente la posición de El Vaticano con respecto al caso de sacerdotes pederastas en Pensilvania… pero bueno, es mejor que lo que dijo el cardenal mexicano Sergio Obeso, ¿no?
Por si han estado encerrados en la iglesia rezando sus respectivos “padres nuestros”, quizás no están enterados del caso de Pensilvania. En resumidas cuentas, es así: las autoridades revelaron que más de mil niños habrían sido abusados sexualmente. ¿Los responsables? Trescientos sacerdotes, quienes durante décadas aprovecharon su autoridad para perpetrar horrendos crímenes contra menores.
Conferencia de prensa del fiscal general de Pensilvania. Foto: AP
Obviamente el caso es todo un escándalo a nivel internacional y las miradas interesadas estaban puestas en la santa sede. Pues a ver cuándo salía a dar la cara algún representante para posicionarse sobre lo que hicieron los “querubines”. Y ya sucedió. Por medio de un comunicado, El Vaticano señaló que siente “vergüenza y dolor” por el caso de Pensilvania y considera que los responsables (y quienes lo permitieron) deben de asumir sus responsabilidades.
“La Iglesia debe aprender duras lecciones de su pasado y debería haber asunción de responsabilidad tanto por parte de los abusadores como por parte de los que permitieron que se produjera”, señala el comunicado emitido este jueves desde la sede de la iglesia católica.
Ya que no hay forma de cubrir los hechos (las autoridades aseguran tener evidencia más que confiable de las denuncias), El Vaticano no pudo más que calificar de “criminales y moralmente reprobables” a los 300 sacerdotes pederastas. “Han traicionado la confianza y han robado a las víctimas su dignidad y su fe”, remata el comunicado firmado por el director de la oficina de prensa de la santa sede, Greg Burke.
En el texto, Burke señala que el Papa Francisco tiene conocimiento de los hechos y “está de parte de las víctimas”… sin embargo, el posicionamiento no podía terminar sin matizar un poquito la situación. ¿Se podía? Siempre hay forma: El Vaticano remarca que el reporte de las autoridades de Pensilvania indica que a partir del año 2000 los abusos fueron a la baja. Es decir, la mayoría de los casos son de hace más de 20 años y “apenas” si hay hechos después del 2002… muestra clara de que “las reformas hechas por la Iglesia Católica en Estados Unidos han reducido drásticamente la incidencia de los abusos cometidos por el clero”. Amén.