Conecta con nosotros

Resto del mundo

Carta de Dios, escrita por Einstein, subastada en 2.9 mdd

La famosa carta del científico Albert Einstein en la que critica la idea de un Dios y rechaza la Biblia se vendió en una subasta de Christie’s en Nueva York, donde estuvo cerca de alcanzar los 2.9 millones de dólares, casi tres veces más del valor mínimo que se había estimado.

“La palabra Dios no es para mí mas que la expresión y resultado de la debilidad humana, la Biblia es una colección de leyendas venerables pero primitivas”, decía Einstein en el texto del documento puesto hoy en venta, que fue enviado al filósofo alemán Eric Gutkind.

La carta, escrita en Princeton un año antes de su muerte el 3 de enero de 1954, es considerada una de sus misivas más famosas sobre Dios, su identidad como judío y la eterna búsqueda del significado de la vida, y es la expresión más clara de sus opiniones religiosas y filosóficas, señaló Christie’s.

El documento, que los expertos estimaron tenía un precio de entre 1 y 1.5 millones de dólares, fue vendido por 2 millones 892 mil 500 dólares con comisiones e impuestos incluidos en una subasta organizada por la compañía únicamente para vender la carta.

También dejaba claro en el texto el científico alemán que su posición frente al judaísmo era, al igual que frente a Dios, muy escéptica, de la que dijo era “como todas las otras religiones, una encarnación de superstición primitiva”.

“El pueblo judío, al que gustosamente pertenezco, y en cuya mentalidad orgullosamente me siento anclado, aún para mí no tiene ningún tipo de dignidad distinta de la del resto de los pueblos”, añadía.

Einstein escribió la carta en respuesta a un libro de Gutkind de 1952, “Choose Life: The Biblical Call to Revolt”, un trabajo que criticó duramente, pero con el que también trató de buscar puntos en común, como la necesidad de que la moral estuviera por encima del interés propio y el rechazo del materialismo.

Resto del mundo

«Alligator Alcatraz»: El polémico centro de detención rodeado de caimanes que divide a Florida

Florida ha establecido una controvertida instalación de detención migratoria en los pantanos de los Everglades, a menos de 50 millas del resort de Donald Trump en Miami. La propiedad, apodada «Alligator Alcatraz» por funcionarios estatales, fue construida en días transformando el aeropuerto Dade-Collier Training and Transition en una ciudad temporal de carpas con capacidad para albergar hasta 3,000 migrantes.

El gobernador Ron DeSantis adoptó el apodo acuñado por su fiscal general, argumentando que la ubicación ofrece seguridad natural. «Claramente desde una perspectiva de seguridad, si alguien escapa, hay muchos caimanes con los que tendrá que lidiar. Nadie va a ninguna parte una vez que haga eso», declaró DeSantis durante una conferencia de prensa.

La instalación funciona como un centro completamente autónomo, con migrantes alojados en remolques de FEMA reacondicionados y estructuras temporales similares a las utilizadas para víctimas de desastres naturales. Los servicios básicos como agua, alcantarillado y electricidad son proporcionados por equipos móviles, mientras que grandes unidades portátiles de aire acondicionado intentan combatir las temperaturas que superan los 90 grados Fahrenheit.

Representantes del Congreso que visitaron la facilidad reportaron condiciones alarmantes, describiendo a cientos de migrantes confinados en jaulas bajo calor sofocante, infestaciones de insectos y comidas escasas. «Están esencialmente empacados en jaulas, humanos pared a pared, 32 detenidos por jaula», declaró la representante Debbie Wasserman Schultz tras su recorrido.

La operación anual de «Alligator Alcatraz» costará 450 millones de dólares, según funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional. Florida cubrirá inicialmente los costos y luego solicitará reembolsos a través de FEMA y el Departamento de Seguridad Nacional. No olvides visitar Segundo a Segundo Noticias de Chihuahua, México y el Mundo.

El proyecto enfrenta oposición de activistas por los derechos de los inmigrantes, ambientalistas y miembros de la comunidad indígena Miccosukee, quienes consideran la instalación una amenaza a sus tierras sagradas y al delicado ecosistema de los Everglades. La controversia se intensifica por estar ubicada cerca de la fuente principal de agua potable para ocho millones de habitantes del sur de Florida.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto