La industria turística mexicana se prepara para vivir una de sus noches más esperadas y significativas: la décima edición del Premio Ángel del Turismo, que se celebrará el próximo 20 de noviembre en la ya tradicional y elegante “Noche de Ángeles”. Este galardón, considerado el más importante del sector turístico en el país, no solo reconoce a quienes se han distinguido por su liderazgo, resiliencia y compromiso, sino que también se ha convertido en una poderosa plataforma de visibilidad nacional e internacional para los protagonistas que hacen posible que México brille ante el mundo.

Desde su creación en 2015, el Ángel del Turismo ha evolucionado hasta convertirse en un símbolo de excelencia. En estos diez años ha sido testigo del crecimiento, las transformaciones y, sobre todo, de la resiliencia de una industria que, incluso en los momentos más complejos —como la pandemia global—, ha sabido reinventarse y salir adelante. Cada edición ha representado un homenaje a quienes, con pasión y entrega, han contribuido al desarrollo del turismo en todos sus niveles: desde operadores locales hasta grandes promotores de marca país.
Este 2025, el galardón celebrará su décimo aniversario reconociendo a lo más destacado del sector en 20 categorías, que van desde el turismo comunitario, sostenible y gastronómico, hasta la promoción internacional, la innovación tecnológica, los seguros de viaje, los destinos emergentes, y las trayectorias profesionales que han dejado huella. El proceso de nominación se encuentra abierto hasta el 15 de agosto, permitiendo que empresas, instituciones, destinos y líderes de todo el país puedan postular a quienes consideren merecedores de esta distinción.
Lo que hace único al Ángel del Turismo no es solo su relevancia dentro del sector mexicano, sino su trascendencia global. Ganar esta estatuilla no solo implica un reconocimiento entre colegas o una mención en los medios especializados, sino una proyección real en la escena internacional del turismo. Diversas agencias y plataformas internacionales han comenzado a mirar hacia este premio como un barómetro del talento, la innovación y la dirección que está tomando la industria turística mexicana en el siglo XXI.

Además, la estatuilla —una obra artesanal del artista César Menchaca— es una joya simbólica. Hecha con materiales reciclados de los océanos, representa el compromiso del turismo con el medio ambiente y con una economía circular más justa y sostenible. Este elemento convierte al premio en algo más que un trofeo: es un mensaje, una declaración de principios, una inspiración para las nuevas generaciones de profesionales del sector.
En este décimo aniversario, el Ángel del Turismo no solo celebra una década de logros, sino que renueva su vocación de seguir impulsando a México como una potencia turística mundial. Es un faro que reconoce el talento, pero también promueve una industria más humana, más inclusiva, más sostenible.
La “Noche de Ángeles” será mucho más que una entrega de premios: será un tributo a quienes construyen puentes entre culturas, generan empleos, cuidan nuestros destinos, fortalecen comunidades y hacen del turismo un motor de bienestar colectivo. En un mundo que cambia vertiginosamente, estos ángeles del turismo siguen demostrando que los viajes no solo mueven economías: mueven corazones, sueños y esperanzas.