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México

Ordenan suspender obras del Parque La Mexicana, en Santa Fe

No podrá continuar la construcción de mil 650 departamentos que conforman el Parque La Mexicana, en Santa Fe, pues no se ha demostrado que las condiciones del proyecto sean las más favorables para el Gobierno de la Ciudad de México.
Así lo da a conocer Reforma, con base en la orden emitida por el Tribunal de Justicia Administrativa de la Ciudad de México (TJACDMX) tras una denuncia que hicieron particulares que dio inicio a un juicio.

Según los quejosos, los departamentos de alta plusvalía violaban el derecho humano a la Ciudad, pues no existe la certeza de que la concesión y los contratos celebrados por el Gobierno capitalino con terceros den un beneficio real y económico al tiempo de que constituyan una efectiva medida de utilidad pública.

«Se concede la suspensión para el efecto de que no se realice trabajo de construcción alguno, presente o futuro (…) hasta en tanto se demuestre que las condiciones que se plasmaron en los convenios respectivos fueron las más favorables para el Gobierno de la CDMX», indica la resolución del tribunal, que publica en su nota Abel Barajas.

Fue el 30 de marzo de 2017, cuando la Asociación de Colonos Zedec Santa Fe A. C. y las empresas Inmobiliaria Copri y Danhos Comercial firmaron convenios con la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda para crear el Sistema de Actuación por Cooperación que se encargaría del proyecto del Parque la Mexicana.

Grupo Danhos invirtió 2 mil millones de pesos para el proyecto y para recuperar su inversión recibió el 30 por ciento de los terrenos para construir mil 650 viviendas y después comercializarlas.

Seduvi transfirió un porcentaje del inmueble a manos privadas, por lo que el Tribunal señala que se deben verificar los convenios, así como las condiciones acordadas que están detrás del espacio público más grande al poniente de la Ciudad.

México

Apagones podrían costarle a México 200 millones de dólares por hora, advierte industria maquiladora

México enfrenta una amenaza energética que podría traducirse en pérdidas millonarias por hora. De acuerdo con estimaciones del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index), una hora sin electricidad en el país podría representar hasta 200 millones de dólares en pérdidas económicas, encendiendo las alarmas en sectores clave de la economía nacional.

La advertencia llega en medio de crecientes preocupaciones por la estabilidad del sistema eléctrico nacional. Especialistas del sector señalan que el Margen de Reserva Operativo (MRO), es decir, el porcentaje de capacidad adicional disponible para responder a picos de demanda, podría caer por debajo del 3% durante las horas críticas entre las 8:00 y 10:00 de la noche. Este umbral es considerado de alto riesgo, ya que pone en juego la capacidad del sistema para mantenerse estable ante cualquier eventualidad.

“La falta de electricidad interrumpe cadenas de suministro, frena líneas de producción y debilita la competitividad nacional”, señala el comunicado de Index. Además de afectar a la industria manufacturera y de exportación, el impacto alcanza a sectores esenciales como salud, telecomunicaciones, logística y alimentación.

Los riesgos se agravan en el contexto del cambio climático. La reciente ola de calor que golpeó al país entre el 14 y el 21 de mayo deterioró significativamente las reservas eléctricas, provocando cortes programados en distintas regiones. Expertos como el consultor energético Cadena advierten que “el riesgo es real y creciente”, y que el sistema eléctrico se encuentra bajo una presión sin precedentes.

En Nuevo León, la situación ya es crítica. La Cámara de la Industria de Transformación (Caintra) y el Clúster Energético del estado alertaron que, de no incrementarse la capacidad de generación y transmisión eléctrica en los próximos seis meses, podrían registrarse apagones sistemáticos. Esta advertencia cobra relevancia si se considera que tan solo el pasado 4 de marzo, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) recibió 141,618 reportes por interrupciones en el servicio en ese estado.

Pero el problema no es exclusivo de la industria. En el plano doméstico, la ausencia de electricidad implica vivir sin refrigeración, agua caliente, internet o iluminación, afectando directamente la calidad de vida de millones de mexicanos. La dimensión del problema trasciende el ámbito económico y se convierte en una amenaza para la estabilidad social del país.

El verdadero desafío, advierten expertos, está en no solo responder al aumento en la demanda energética, sino hacerlo mediante soluciones sostenibles, eficientes y confiables. Frente a un futuro marcado por temperaturas extremas y fenómenos climáticos más severos, urge acelerar la transición hacia fuentes de energía alternativas y reforzar la infraestructura eléctrica nacional.

La advertencia del sector industrial es clara: sin acción inmediata y decidida, el país podría pagar un precio demasiado alto.

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