La patrulla Fronteriza arrestó a 290 centroamericanos que entraron sin autorización a Estados Unidos en una zona remota del suroeste de Nuevo México, se informó ayer.
La policía de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) dijo que los migrantes arrestados el viernes cerca de Antelope Wells, 197 kilómetros al oeste de El Paso, Texas, provenían de Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Honduras. Entre ellos había un niño, aparentemente, enfermo que fue hospitalizado.
La CBP dijo que unos 27 grupos de más de 100 personas han sido detenidos en la zona en lo que va del año fiscal que comenzó el 1 de octubre.
No está claro a qué se debe el aumento de grupos grandes en zonas remotas, pero las familias constituyen una proporción grande y creciente de los arrestos en la frontera.
En tanto, el viernes en Tucson, Arizona, agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos arrestaron a 325 migrantes centroamericanos que ingresaron de manera ilegal al país y se entregaron cerca de la localidad de Lukeville, suroeste de Arizona.
Un helicóptero policial “que investigaba una posible fogata detectada por una cámara de vigilancia, descubrió al grupo en medio de temperaturas de congelación”, informó la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
Los migrantes dijeron que cruzaron el jueves por una zona no tan vigilada de la frontera.
El grupo estaba formado por personas originarias de Centroamérica e incluye a casi 150 jóvenes, 32 de los ellos sin acompañante, señaló la Aduanas y Protección Fronteriza.