El Infonavit planea incrementar de 300,000 a 500,000 pesos el monto mínimo de crédito para la vivienda en abril, adelantó este jueves el subsecretario de vivienda de Sedatu, Armando Rosales. El alza puede detonar el regreso de las vivienderas a la producción de interés social, pero no será suficiente para compensar otras distorsiones del mercado, coincidieron expertos y desarrolladores.
“En la última sesión de los Comités de Riesgo y Financiamientos de Infonavit, que presidí hace una semanas, se presentó por parte de la dirección esta propuesta, que se ha venido platicando desde hace meses, para incrementar los montos de los créditos y la capacidad de crédito para los derechohabientes de menos ingresos, de 300,000 pesos a prácticamente medio millón”, dijo Rosales durante la reunión plenaria de la Canadevi Valle de México.
El incremento permitirá que quienes adquieren vivienda puedan tener tasas de interés con subsidios cruzados, y también el monto de crédito sea mayor y con mejores condiciones. Esto es algo en que se ha trabajado desde la transición y que se someterá a votación hacia abril, dijo el funcionario.
Uno de los objetivos de la actual administración es impulsar el crecimiento de la vivienda social y distribuir los subsidios de otra forma, pues ahora estarán manejados por Infonavit.
Según Germán Ahumada, presidente de Ara, la medida será positiva para el sector, y las empresas producirán más vivienda social “con confianza”, pues ya no habrá volatilidad en el ejercicio de subsidios. “Del momento que lo apruebe el consejo de Infonavit, ya podemos empezar a producir y vender, para que a partir del tercer trimestre del año empecemos a escriturar”, comentó.
Ara, como otras desarrolladores de vivienda, redujo la producción de vivienda social ante la baja en los montos de subsidios en años previos y por la irregularidad con que eran otorgados. Ahumada recordó que las empresas comenzaron a enfocarse en el segmento medio y residencial con proyectos verticales, lo que en adelante puede cambiar.
Estas son buenas señales para el crecimiento de la producción de vivienda, que lleva varios años a la baja, pero hace falta llevarlo a la Ciudad de México, donde se encuentra uno de cada cinco trabajadores formales, agregó Eduardo Torres, director de la consultora Ai360. “Las propuestas deberían pasar por la Ciudad de México para que alcance el crédito a los trabajadores en la ciudad y no tengan que comprar en Acapulco o Cuernavaca, que es donde piensan que pueden aprovechar su crédito”, explicó.
El experto dijo que una solución es permitir una mayor densidad en la Ciudad de México, tener un plan agresivo de vivienda en renta y así reducir presiones en los precios de la vivienda.
Fuente: Expansión