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México

Los maestros no son corruptos: afirma López Obrador

Ante los cuestionamientos de que la nueva Reforma Educativa abre paso a sindicatos magisteriales para el reparto y venta de plazas, el presidente Andrés Manuel López Obrador negó esto y que vaya a haber ayuda a esas organizaciones; además, aclaró que “los maestros no son corruptos, son gente buena, trabajadora, honesta”.

En conferencia en Palacio Nacional, el mandatario señaló que quienes defienden y promueven la idea del regreso de los sindicatos para el reparto de plazas son los adversarios que defienden la Reforma Educativa que impulsó el gobierno de su antecesor Enrique Peña Nieto.

“Eso es lo que sostienen la que defienden la mal llamada reforma Educativa que es el regreso de la venta de plazas, y no es así. No hay riesgo de que el sindicato meta mano en el reparto de plazas porque se ajustará a lo que se va a aprobar en las leyes, porque faltan las leyes secundarias”, aseguró.

Ayer en la Cámara de Diputados fue aprobada, en lo general, la nueva Reforma Educativa con 381 votos a favor, 79 en contra y dos abstenciones.

Entre los cambios está que la admisión, promoción y reconocimiento del personal docente o directivo será a través de procesos que se definirán en leyes secundarias, para las cuales participará el magisterio disidente en su diseño.

Además, el control administrativo docente regresará a los gobiernos estatales; no obstante, mantiene federalizado el pago de nómina.
López Obrador celebró el avance en la aprobación de la nueva reforma constitucional y reconoció a los diputados por el respaldo a ésta, ya que consideró que la reforma anterior “no tuvo nada bueno” ni avances, sólo “afectar la dignidad de los maestros”.

Aclaró que al ser aprobado todo el proyecto educativo el tráfico y venta de plazas por parte del magisterio disidente ya no existirá ni el apoyo a un grupo del magisterio.

Excelsior

México

Claudia Sheinbaum viaja al G7 y se prepara para primer encuentro con Trump en medio de tensiones migratorias

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, partió este lunes rumbo a Canadá para participar en la Cumbre de Líderes del G7, donde coincidirá por primera vez con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un contexto marcado por una creciente tensión bilateral provocada por las redadas migratorias en territorio estadounidense.

La comitiva mexicana está integrada por el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, y por el jefe de la Unidad para América del Norte, Roberto Velasco. Se espera que la presidenta sostenga encuentros con varios jefes de Estado de las principales economías del mundo, aunque el más relevante será su cara a cara con Trump, cuyo gobierno ha endurecido su política migratoria en las últimas semanas.

En la víspera de su viaje, Sheinbaum afirmó en un acto público en Tlaxcala que acudirá al G7 con el objetivo de “defender dignamente a las y los mexicanos”, tanto dentro del país como del otro lado de la frontera. “Siempre con la frente en alto, siempre con gallardía porque representamos al pueblo de México, un pueblo generoso, valiente y trabajador”, sostuvo.

Aseguró que buscará mantener un tono de diálogo con los países aliados, pero también será firme en la defensa de los derechos de los migrantes mexicanos. “Vamos siempre a decir que cuando estamos juntos somos más fuertes, cuando nos respetamos entre nosotros, somos más fuertes, y eso es lo que vamos a ir a defender”, añadió.

Este primer encuentro entre Sheinbaum y Trump ocurre en un momento políticamente delicado. Las redadas migratorias impulsadas por el mandatario estadounidense han generado temor e indignación entre las comunidades mexicanas en ese país, y han puesto a prueba la diplomacia mexicana a menos de un mes de la elección presidencial en México, que llevó a Sheinbaum al poder con una abrumadora mayoría.

La reunión bilateral, que aún no tiene una hora oficial confirmada, será observada con lupa tanto por analistas internacionales como por las comunidades migrantes. La expectativa es que ambos mandatarios aborden temas críticos como migración, seguridad fronteriza y comercio, aunque no se descarta que surjan diferencias importantes en el discurso y los enfoques.

El G7, conformado por Canadá, Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Japón, se celebra este año en Quebec, bajo la agenda de gobernanza global, cambio climático y seguridad internacional. La presencia de México en calidad de invitado especial marca un nuevo capítulo en su política exterior, ahora bajo el liderazgo de la primera mujer presidenta del país.

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