Ante los cuestionamientos de que la nueva Reforma Educativa abre paso a sindicatos magisteriales para el reparto y venta de plazas, el presidente Andrés Manuel López Obrador negó esto y que vaya a haber ayuda a esas organizaciones; además, aclaró que “los maestros no son corruptos, son gente buena, trabajadora, honesta”.
En conferencia en Palacio Nacional, el mandatario señaló que quienes defienden y promueven la idea del regreso de los sindicatos para el reparto de plazas son los adversarios que defienden la Reforma Educativa que impulsó el gobierno de su antecesor Enrique Peña Nieto.
“Eso es lo que sostienen la que defienden la mal llamada reforma Educativa que es el regreso de la venta de plazas, y no es así. No hay riesgo de que el sindicato meta mano en el reparto de plazas porque se ajustará a lo que se va a aprobar en las leyes, porque faltan las leyes secundarias”, aseguró.
Ayer en la Cámara de Diputados fue aprobada, en lo general, la nueva Reforma Educativa con 381 votos a favor, 79 en contra y dos abstenciones.
Entre los cambios está que la admisión, promoción y reconocimiento del personal docente o directivo será a través de procesos que se definirán en leyes secundarias, para las cuales participará el magisterio disidente en su diseño.
Además, el control administrativo docente regresará a los gobiernos estatales; no obstante, mantiene federalizado el pago de nómina.
López Obrador celebró el avance en la aprobación de la nueva reforma constitucional y reconoció a los diputados por el respaldo a ésta, ya que consideró que la reforma anterior “no tuvo nada bueno” ni avances, sólo “afectar la dignidad de los maestros”.
Aclaró que al ser aprobado todo el proyecto educativo el tráfico y venta de plazas por parte del magisterio disidente ya no existirá ni el apoyo a un grupo del magisterio.
Excelsior