Conecta con nosotros

Chihuahua

Inicia la temporada de caza de coyote y jabalí

Por ser especies que no se encuentran en peligro de extinción y que en algunos casos perjudican a productores locales, en nuestro estado
 se abrió la temporada de cacería para las especies de coyote y pecarí de collar, conocido como jabalí salvaje.

La Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología anunció que a partir del 26 de octubre inicia la temporada de caza de estas especies, en las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA), y que concluirá el 16 de diciembre de este mismo año para ambas especies, de acuerdo al marco que establece la Ley para esta tradicional actividad deportiva.

El anuncio invita a todos los ciudadanos en general, así como a los propietarios de las UMA y clubs de caza legalmente registrados.

Los cazadores deben cumplir una serie de rigurosas reglas para poder cazar dichos animales salvajes, principalmente por el uso y portación de armas de fuego.

En la convocatoria se establece que se podrán “conservar los especímenes de fauna silvestre, con la restricción de un ejemplar por cintillo”, o permiso de caza.

En el documento emitido por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, se establece que para realizar legalmente la práctica de cacería deportiva se deberá contar con los requisitos de tener licencia de cacería vigente, contar con la autorización de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), de portación y transporte de armas.

Además deben realizar la caza exclusivamente en predios registrados como UMA’s, haber adquirido el cintillo de cobro por especie. Es importante resaltar que cada cintillo es específico para el rancho que se autorizó.

Clic para comentar

You must be logged in to post a comment Login

Leave a Reply

Chihuahua

Terror en la carretera Chihuahua-Ojinaga: hallan cuerpo desmembrado, calcinado y con armamento de alto poder

La violencia volvió a dejar su firma con sangre en una de las rutas más transitadas del estado. La mañana de este miércoles, autoridades fueron alertadas por la presencia de restos humanos en la carretera Chihuahua-Ojinaga, a la altura de un tramo despoblado. Aunque el reporte inicial hablaba de dos cuerpos, elementos de la Policía Estatal confirmaron que se trataba de un solo cadáver, desmembrado y calcinado.

El hallazgo fue aún más inquietante por los objetos encontrados junto a los restos. En el sitio yacían una cabeza humana, dos brazos cercenados, dos fusiles de asalto, tres cargadores, un chaleco porta placas color negro y dos identificaciones oficiales a nombre de Gerardo V. V., con domicilio en Villa Vicente Guerrero, Durango. Las piezas humanas estaban esparcidas sobre el pavimento y zonas aledañas, en lo que se presume fue una ejecución con mensaje entre grupos criminales.

La escena fue asegurada por agentes estatales, mientras que minutos después arribaron elementos de la Fiscalía General del Estado y personal de la Guardia Nacional, quienes desplegaron un operativo de resguardo del área e iniciaron las primeras diligencias. Hasta el momento, no se ha confirmado oficialmente la identidad de la víctima ni el móvil del crimen.

La brutalidad del caso, sumada a la presencia de armamento militar, refuerza las líneas de investigación relacionadas con el crimen organizado. Las autoridades no descartan que la víctima haya pertenecido a alguna célula delictiva y que su ejecución esté vinculada con ajustes de cuentas o disputas territoriales entre cárteles que operan en la región.

Este hecho se suma a una cadena de actos violentos registrados en el estado durante las últimas semanas, encendiendo nuevamente las alarmas sobre la inseguridad en zonas carreteras y la capacidad de respuesta institucional. Las autoridades han pedido colaboración ciudadana para recabar información que permita dar con los responsables, aunque reconocen que el nivel de violencia exhibido en este caso habla de una estructura criminal con acceso a logística, armamento y recursos.

El cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense para su análisis e identificación definitiva, mientras la Fiscalía mantiene abiertas varias líneas de investigación. Entretanto, la carretera Chihuahua-Ojinaga, vital para el comercio y la movilidad regional, se convierte en un nuevo escenario del terror con una advertencia implícita para quienes disputan el control de la zona.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto