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Julio de 2019, el mes más caluroso registrado en la historia

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Julio de 2019 fue el mes más caluroso en el mundo desde que se miden las temperaturas, justo por encima del registrado en el mismo mes en 2016, según datos del servicio europeo Copernicus sobre el cambio climático.

Julio es generalmente el mes más caliente del año en el mundo, pero según nuestros datos [el de este año] fue el más caluroso desde que se hacen las mediciones», declaró este lunes en un comunicado el jefe del servicio, Jean-Noël Thépaut.

Con la continuación de las emisiones de gas de efecto invernadero y el impacto en el aumento mundial de las temperaturas, se seguirá batiendo récords», dijo Thépaut.

Según los datos de Copernicus, el mes de julio de 2019 fue un 0.04 grados centígrados más caluroso que el mes de julio de 2016, año del récord precedente, marcado por la influencia del fenómeno climático de ‘El Niño’.

La temperatura del mes de julio de 2019 fue un 0.56 grados más elevada que el promedio del periodo 1981-2000, indicó Copernicus.

Representa casi un 1.2 grados por encima del nivel preindustrial, base de referencia de los expertos de la ONU sobre el clima.

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos todavía no publicó sus conclusiones sobre el mes de julio de este año.
El mes de julio estuvo principalmente marcado por una canícula corta pero muy intensa en Europa, donde varios países como Alemania, Bélgica, Holanda y Francia batieron sus récords de calor.

Según Copernicus, las temperaturas estuvieron por encima de las normales en Alaska, Groenlandia y partes de Siberia, así como en Asia central y en algunas regiones de la Antártida.

La organización meteorológica mundial estima que 2019 estará entre los cinco años más calurosos registrados.

Excelsior

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Los retos de la Inteligencia Artificial ante un verano muy caliente

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El término “invierno de la inteligencia artificial” fue introducido por Roger Schank y Marvin Minsky en 1984, en la convención anual de la Asociación Norteamericana de Inteligencia Artificial (AAAI).

En ese encuentro advertían acerca de un probable estancamiento en el ámbito de la IA, caracterizado por una merma en el financiamiento y el entusiasmo hacia esta disciplina. La metáfora vino inspirada por el “invierno nuclear” del que se hablaba durante la Guerra Fría ante el riesgo de ataques con bombas atómicas, para ilustrar un periodo de declive, luego de una etapa de elevadas expectativas, respecto a las capacidades de la inteligencia artificial.

Cambio de narrativa

La revolución de la inteligencia artificial(IA) está marcando un antes y un después en diversas actividades profesionales, redefiniendo roles y automatizando ciertas funciones, particularmente aquellas caracterizadas por su repetitividad o la gestión de extensos volúmenes de datos.

Un informe del Departamento de Educación del Gobierno británico publicado a finales de 2023 evaluaba los posibles efectos de la IA en el mercado de trabajo de Reino Unido, señalando las debilidades de algunos puestos de trabajo. Algunos ejemplos que se encuentran en la línea de fuego de esta transformación tecnológica son: analistas de datos, periodistas, personal de back office, agentes bursátiles y traders, auditores y contables, consultores y analistas económicos, asesores financieros y analistas de riesgos financieros, entre otros.

IA y enriquecimiento global

McKinsey Global Institute ha examinado el impacto de la inteligencia artificial en campos como la economía y las finanzas, con un enfoque particular en su influencia en el ámbito laboral.

Los resultados de la investigación sugieren que, a pesar de los desafíos asociados con su adopción y absorción, la IA tiene el potencial de generar una actividad económica adicional a nivel global de entre 2,6 y 4,4 miles de millones de dólares anuales. Por ejemplo, el PIB español en 2021 fue de 1,4 mil millones de dólares. Esto aumentaría a nivel global el impacto de la inteligencia artificial en la economía entre un 15 y un 40 %.

El panorama de la IA ha experimentado un cambio significativo en los últimos años, con un marcado incremento tanto en su adopción como en la inversión por parte de las organizaciones. Desde 2017, la implantación de la IA se ha duplicado y actualmente más de la mitad de las empresas dedican más del 5 % de sus presupuestos para digitalización a esta tecnología.

Valor añadido e innovación

Ante el imparable avance de la inteligencia artificial, es momento de encarar la realidad: la entrada de la inteligencia artificial a las empresas afectará al trabajo de las personas, que deben reinventar su lugar en el mercado de trabajo.

Hay que evitar la llegada del “invierno del trabajo”: la formación de valor añadido y la habilidad de pensar de manera innovadora, lo que llaman “pensar fuera de la caja”, ya no son meros complementos sino requisitos indispensables para no verse relegados en sus funciones.

La innovación y la ética deben ir de la mano en este nuevo escenario, pero, sin una dosis de creatividad y aporte único, el desarrollo humano y el crecimiento profesional corren el riesgo de estancarse.

Este cambio de paradigma no admite términos medios: o los trabajadores se mantienen evolucionando constantemente o se quedarán atrás.

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