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Resto del mundo

Envenena y lanza de un edificio a su bebé recién nacida

La policía de Tailandia arrestó a una mujer luego de que comprobaran -gracias a las cámaras de seguridad de un edificio- que había lanzado desde un tercer piso a una bebé envuelta en una toalla y una bolsa de plástico. La niña era su propia hija y había nacido sólo unos minutos antes.

Los hechos ocurrieron el pasado 23 de julio en Nonthhaburi en donde los vecinos de un conjunto residencial notaron que algo extraño estaba pasando y junto con empleados del lugar, encontraron a la menor entre la basura por lo que alertaron a las autoridades.

Cuando los testigos desenvolvieron a la víctima, se dieron cuenta que esta aún estaba viva, por lo que la trasladaron a un hospital en donde el personal médico descubrió que, previo a la caída, fue envenenada con detergente líquido administrado vía oral.

Ante el terrible panorama, autoridades locales comenzaron a buscar a la persona culpable; observando los videos grabados pudieron determinar desde dónde había caído la niña y al llegar al lugar señalado encontraron a una adolescente de 18 años que estaba aún sangrando como consecuencia de un parto mal atendido, y al supuesto padre de la bebé, un hombre de 23 años.

Al ser interrogada, la acusada admitió que la bebé era suya y dijo que el alumbramiento la tomó por sorpresa, pues no sabía que estaba embarazada. También aceptó haber dado de beber detergente a su hija, aunque no especificó por qué lo hizo, simplemente dijo que «fue su reacción».

Finalmente, la madre menor de edad, el padre y la recién nacida fueron sometidos a una prueba de ADN para corroborar el lazo familiar. Los resultados fueron positivos. Desafortunadamente, tras una semana de luchar por su vida, la bebé murió en un hospital como consecuencia del envenenamiento.

Con información de RT.

Nota Principal

Trump amenaza con ataque a Irán: decidirá en dos semanas si interviene militarmente

El expresidente y actual candidato republicano Donald Trump volvió a colocarse en el centro de la tensión internacional tras anunciar que tomará una decisión “en las próximas dos semanas” sobre una posible intervención militar de Estados Unidos contra Irán. El mensaje fue leído por su portavoz, Karoline Leavitt, durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, donde insistió en que aún hay margen para una salida diplomática.

“Considerando que existe la posibilidad de que se celebren negociaciones sustanciales con Irán en un futuro próximo, tomaré mi decisión sobre si hacerlo o no en las próximas dos semanas”, indicó Trump en el mensaje. Sin embargo, advirtió que, si bien prefiere una solución pacífica, no dudará en recurrir al uso de la fuerza si lo considera necesario. “Es el Presidente de la paz a través de la fuerza”, sentenció Leavitt, reiterando la línea discursiva del republicano de cara a un posible regreso al poder en 2025.

La amenaza de acción militar ocurre en el marco de la creciente tensión entre Irán e Israel, con un trasfondo de ataques cruzados y acusaciones mutuas sobre programas nucleares. Washington observa con preocupación los avances del régimen iraní en materia de enriquecimiento de uranio, y exige un compromiso explícito de Teherán para frenar el desarrollo de armas nucleares.

“Irán tiene todo lo que necesita para tener un arma nuclear. Es una decisión que tiene que tomar el Líder Supremo y sólo tomaría un par de semanas terminar la producción de esa arma”, advirtió Leavitt, subrayando que esto constituiría una amenaza existencial “no sólo para Israel, sino para Estados Unidos y el mundo entero”.

Trump, en tono desafiante, declaró esta semana que Estados Unidos “es el único país capaz de desmantelar el centro de enriquecimiento de uranio de Fordo”, ubicado en el centro de Irán. Aun así, dejó en claro que aún no ha decidido llevar a cabo esa acción. «Pero eso no significa que vaya a hacerlo», matizó.

En una publicación en su red Truth Social, el expresidente fue aún más provocador al afirmar que sabe “exactamente dónde se esconde” el Ayatolá Alí Jamenei, líder supremo iraní. “Es un blanco fácil, pero está seguro ahí. No vamos a eliminarlo (¡matarlo!), al menos no por ahora”, escribió el martes 17 de junio.

El lenguaje y el tono empleados por Trump han generado preocupación en círculos diplomáticos europeos y en sectores del Pentágono, que temen una escalada regional irreversible en caso de que se ordene una acción armada. Por ahora, la estrategia parece oscilar entre la amenaza y la posibilidad de diálogo, aunque los plazos que impone Trump podrían dejar poco margen a la diplomacia.

Mientras tanto, el mundo aguarda si el magnate neoyorquino optará por reavivar un conflicto de gran escala en Medio Oriente, justo en plena campaña electoral en EE.UU., donde la política exterior ha vuelto a convertirse en un tema central para los votantes.

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