Al menos 63 personas, incluyendo mujeres y niños, murieron cuando un atacante suicida detonó explosivos en un salón de bodas lleno de gente en Kabul, dijo un funcionario afgano.
Una organización local afiliada al grupo Estado Islámico reivindicó el ataque.
Se trata del ataque con más fatalidades en la capital afgana en lo que va del año.
También 182 civiles resultaron heridos en el atentado ocurrido el sábado por la noche, dijo el portavoz del gobierno, Feroz Bashari.
El portavoz del ministerio del Interior, Nusrat Rahimi, confirmó el número de fatalidades mientras familiares de las víctimas comenzaban a enterrar a sus seres queridos.
Algunas personas ayudaron a cavar las tumbas con sus propias manos.
El Talibán condenó los ataques y negó tener participación alguna.
Tanto los talibanes como el Estado Islámico han efectuado ataques a gran escala en el pasado.
Los residentes de Kabul estaban indignados porque la violencia no parece tener fin ni siquiera ahora que Estados Unidos y el Talibán están en conversaciones para llegar a un acuerdo que ponga fin al conflicto de 18 años, la guerra más larga de Estados Unidos.
La explosión ocurrió en un vecindario occidental de Kabul donde viven muchas de las comunidades minoritarias chiítas hazara del país.
El Estado Islámico se ha atribuido la responsabilidad de muchos ataques contra chiítas en el pasado.
Una declaración del grupo extremista publicada el domingo en un sitio web vinculado a dicha organización indicaba que un miliciano paquistaní que buscaba el martirio atacó una gran reunión chiíta en Kabul.
La declaración también afirmó que después del atentado suicida, un coche bomba fue detonado en el ataque, pero las autoridades afganas no lo han confirmado.
El atacante detonó sus explosivos cerca del escenario donde tocaban los músicos.
Todos los jóvenes, niños y todas las personas que estaban allí fueron asesinados», dijo el testigo Gul Mohammad.
Ahmad Omid, un sobreviviente, dijo que unos mil 200 invitados acudieron a la boda del primo de su padre.
Agencias