Un grupo de policías se amotinó el viernes y cientos de opositores acudieron a apoyarlos en la tercera semana de protestas en Bolivia tras los resultados de unas polémicas elecciones presidenciales en las que el mandatario se declaró triunfador en medio de señalamientos de un posible fraude.
Televisoras mostraron a 18 policías con casco y pasamontañas en el techo del cuartel de la Unida Táctica de Operaciones Policiales (UTOP). Agitaban banderas y entonaban el himno nacional ante numerosa gente que los aplaudía desde una avenida en la ciudad de Cochabamba en el centro del país.
No estaban claras sus demandas. Según medios locales, los amotinados al parecer exigen la renuncia de su comandante, que ha sido acusado por opositores de proteger a los seguidores del presidente Evo Morales en la ciudad que esta semana vivió violentas jornadas de protesta que dejaron un fallecido y más de cien heridos.
Más policías ingresaban al cuartel. Uno de ellos, quien no se identificó, declaró a la televisora Unitel que más unidades se sumarán al movimiento.
En la ciudad sureña de Sucre, el suboficial Edgar Ticona, declaró a medios de prensa que están esperando instrucciones a nivel nacional. “Lo que se disponga a nivel nacional, vamos a someternos”, dijo ante una concentración de gente que pedía que se amotinen.
En los últimos días, policías de base declararon que desde el estallido de los conflictos, están acuartelados sin condiciones suficientes para cumplir sus tareas.
Opositores han cuestionado a la policía por no actuar preventivamente para evitar los violentos choques entre opositores y oficialistas y han criticado que intervienen sólo en casos extremos.
Tras enterarse de lo que ocurre en Cochabamba, numerosos opositores se agolparon en Santa Cruz, bastión opositor en el oriente, y pedían a los policías “que se unan a su pueblo y se amotinen”.
Ninguna autoridad declaró sobre la situación, que ha venido a elevar la tensión política en el país.
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Más temprano, el presidente Morales aseguró que no renunciará luego de que un líder opositor lo presionó para que reciba una carta en la que se exige su dimisión tras 17 días de protestas que ha dejado tres muertos.
No voy a renunciar… Convoco a todos los movimientos sociales a defender nuestro proceso de cambio”, dijo el gobernante en un acto público.
No nos vamos a mover hasta que nos reciba el propio presidente… La carta es el sentimiento de todos”, exigió Fernando Camacho, líder del Comité Cívico Pro Santa Cruz en conferencia de prensa.
Mientras tanto La Paz volvía a ser foco de protestas.
En medio de una marcha que pedía la renuncia de Morales, un grupo se diferenciaba con globos blancos, banderas, cánticos y bailes reclamando al gobierno y a la oposición pacificar al país y dar garantías al sector del turismo, que ha tenido millonarias pérdidas.
Nosotros pedimos paz, no tenemos una posición a favor o en contra, pedimos que ambos sectores nos oigan, son 17 días que nos dejan aproximadamente una pérdida de cinco millones de dólares por día”, dijo Sergio Rengel, dirigente del sector a The Associated Press.
Bolivia tiene varios destinos turísticos como el Lago Titicaca, al oeste de La Paz, el Salar de Uyuni, en la región sureña de Potosí y en el oriente a Santa Cruz y Beni, entre otros.
Las protestas más fuertes tienen lugar en Santa Cruz, un bastión opositor, en Potosí y en La Paz. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), han dejado tres muertos y más de 300 heridos.
La ONU condenó los hechos violentos y llamó al diálogo. Sin embargo, Morales -que lleva 14 años en el poder- aún no ha convocado a ningún sector opositor.
El conflicto comenzó después de las elecciones del 20 de octubre de las que Morales se declaró ganador en medio de denuncias de presunto fraude. De acuerdo con el Tribunal Supremo Electoral Morales obtuvo una diferencia de 10,5% puntos sobre su rival, el expresidente Carlos Mesa, quien denunció un presunto fraude en el conteo de votos para favorecer al gobernante y que no vaya a una segunda vuelta.
En tanto, el gobierno convocó a la Organización de Estados Americanos (OEA) a auditar el conteo y se prevé que entre el lunes y el martes entregue su informe.
Mesa pidió el viernes la renuncia de las autoridades del Tribunal Supremo Electoral y que Morales llame al diálogo, pero sin que se levanten las movilizaciones.
Fuente: Excelsior