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Estas son las mejores dietas para el 2020 según los expertos

¿Cuál es la mejor dieta para empezar el 2020 con buen pie? Es una de las primeras dudas que nos surgen a principios de año tras decidir que queremos adoptar un estilo de vida más saludable. Según el ranking que elabora el U.S News & World Report la que acumula una mejor puntuación es la dieta mediterránea, seguida de la dieta Dash y la Flexitariana.

Este informe, que se publica desde hace diez años, puntúa 35 dietas distintas a través de la opinión de un panel de expertos en salud. Para obtener una alta calificación, la dieta en cuestión debe ser fácil de seguir, nutritiva, segura, efectiva para perder peso y protectora contra la diabetes y las enfermedades del corazón. A continuación te explicamos cuáles ocupan los primeros puestos y qué puntuación han obtenido.

Dieta Mediterránea

Buenas noticias. Según esta influyente revista de Washington la dieta mediterránea es la mejor opción para seguir una alimentación saludable sin dificultades y le otorga una puntuación de 4,2 sobre 5. El informe relata que la mayoría de habitantes de los países mediterráneos suelen vivir más que los estadounidenses y sufren menos enfermedades como el cáncer o problemas del corazón. El secreto, revelan, es un estilo de vida activo, el control de peso y una dieta baja en carnes rojas, azúcar y grasas saturadas y alta en vegetales, nueces y otros alimentos saludables. Además aseguran que esta dieta ofrece muchos beneficios para la salud, que incluyen la pérdida de peso, una buena salud cardíaca y cerebral y la prevención del cáncer y de la diabetes, entre otros.

¿Cómo funciona?

La pirámide de la dieta mediterránea enfatiza en el consumo de frutas, verduras, granos integrales, frijoles, nueces, legumbres, aceite de oliva y hierbas y especias; pescado y marisco al menos un par de veces a la semana; y aves de corral, huevos, queso y yogur con moderación. Limita el consumo de dulces y carnes rojas para ocasiones especiales y se combina con actividad física diaria.

Factores como la falta de tiempo, la facilidad para disponer de alimentos que contribuyen al sedentarismo y la publicidad, han hecho que vayamos dejando de lado esta forma de vida tan nuestra, lo cual está repercutiendo negativamente en nuestra salud y físico. Pero los especialistas insisten: “la dieta mediterránea es sinónimo de calidad de vida”.

Dieta DASH

En segundo lugar nos encontramos con la dieta DASH, que obtiene una puntuación de 4,1 sobre 5. Esta dieta, que promueve el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, suele adoptarse para detener la hipertensión y se centra en el consumo de frutas, verduras, granos integrales, proteínas magras y lácteos bajos en grasa, alimentos ricos en nutrientes que reducen la presión arterial.

La dieta DASH desaconseja consumir alimentos con un alto contenido en grasas saturadas, como las carnes grasas, los productos lácteos grasos y los aceites tropicales, así como las bebidas y dulces azucarados. Se basa en una alimentación equilibrada y puede seguirse a largo plazo, una de las razones clave por la que los expertos en nutrición la clasifican como una de las mejores del mundo.

¿Cómo funciona?

Iniciar esta dieta no nos obliga a llevar a cabo cambios drásticos en nuestra alimentación. La U.S News & World Report aconseja que empecemos con pequeñas acciones como:

> Agregar una porción de vegetales o frutas a cada comida.

> Introducir dos o más comidas sin carne cada semana.

> Usar hierbas y especias para hacer la comida más sabrosa sin la sal.

> Comer almendras o nueces en lugar de una bolsa de patatas fritas.

> Cambiar la harina blanca por la harina de trigo integral cuando sea posible.

> Caminar 15 minutos después del almuerzo o la cena (o ambos).

Para más información, el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre ha publicado distintas guías gratuitas sobre este plan.

Dieta Flexitariana

La dieta flexitariana comparte el segundo puesto con la dieta DASH por su énfasis en el consumo de granos enteros, frutas, verduras y proteínas de origen vegetal. Básicamente se puede definir como una dieta vegetariana que permite ocasionalmente consumir carne o pescado, de aquí que su nombre provenga de la palabra “flexible”.

El informe explica que no hace falta abandonar la carne por completo para experimentar los beneficios asociados al vegetarianismo. Entre otras cualidades, la dieta flexitariana nos ayuda a perder peso, gozar de mejor salud, disminuir el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer y aumentar nuestra esperanza de vida.

¿Cómo funciona?

Para hacernos flexitarianos deberemos agregar cinco grupos de alimentos a nuestra dieta: las proteínas no cárnicas, frutas y verduras, granos enteros, lácteos y especias. En el informe nos aconsejan que adaptemos la dieta a nuestro ritmo de vida para conseguir mejores resultados y que vayamos descubriendo poco a poco todas las recetas que la conforman.

Las peor clasificadas

Dieta keto

Los últimos lugares los ocupan la dieta Dukan y la Keto, ambas dietas cetogénicas. En estos planes de alimentación las grasas son la fuente principal de energía – pueden llegar a suponer un 90% de nuestro consumo diario- y se disminuye drásticamente la ingesta de hidratos de carbono, de aquí que los nutricionistas no la recomienden a la ligera. Sin embargo, la dieta cetogénica sí que es apoyada por la evidencia científica en determinadas enfermedades minoritarias como el déficit de GLUT- 1, el déficit de PDH o en ciertas epilepsias, donde se ha comprobado que su seguimiento mejora la calidad de vida de los enfermos.

Fuente: La Vanguardia

Opinión

Trump, el Hombre que se peleó con el Mundo en 60 Minutos. Por Caleb Ordoñez T.

En la historia moderna hay discursos que cambian el curso de los mercados, y luego está lo que hizo Donald Trump en una hora: sacudir al planeta con una política comercial tan agresiva que logró unir a países que no se hablaban ni por WhatsApp. El 2 de abril de 2025, desde el Despacho Oval, Trump anunció una “nueva era” económica para Estados Unidos. ¿Cómo? Imponiendo una serie de aranceles con efecto inmediato, que iban desde el 10% hasta el 34% para países con los que, según él, “Estados Unidos estaba siendo estafado”.

Caleb Ordoñez T.

Caleb Ordoñez T.

Fue como tirar gasolina en una fogata diplomática. China, Alemania, Corea del Sur, India, Brasil y una larga lista de países pusieron el grito en el cielo. Las embajadas se activaron como en tiempos de guerra, mientras las bolsas de valores se desplomaban. Wall Street vivió su jornada más negra en cuatro años: se esfumaron cerca de 3.85 trillones de dólares. Sí, con “t” de Trump.

Empresas tecnológicas como Apple, Tesla y Microsoft perdieron valor como si sus productos de pronto fueran del año pasado. Los bancos se tambalearon, los fondos de inversión entraron en pánico y el dólar, ese símbolo de poder, comenzó a debilitarse. La economía global quedó, literalmente, con la mandíbula desencajada.

México y Canadá: Salvados por el T-MEC (¡y qué suerte!)

En medio del caos, hubo dos países que esquivaron el golpe como en película de acción: México y Canadá. Gracias al T-MEC, ambos quedaron exentos, al menos temporalmente, de las tarifas. Trump, en su discurso, aseguró que sus “aliados continentales” habían demostrado ser “socios leales”, pero lo cierto es que el tratado comercial tiene candados que impiden aplicar estas medidas de forma unilateral sin consecuencias legales.

Esto no significa que México pueda dormirse en sus laureles. La exención no es un regalo eterno: depende de cumplir reglas muy específicas del tratado, en temas como reglas de origen, condiciones laborales, propiedad intelectual y comercio digital. Si en algún momento Trump considera que México “rompe el pacto”, la espada arancelaria podría caer sin aviso previo.

Ahora bien, no todo sería tragedia. A veces, de la crisis nace la oportunidad, y esta vez le tocó a México sacar boleto dorado. Con medio mundo molesto con Estados Unidos, el turismo internacional ha empezado a voltear a ver a otras opciones más amigables. Y ahí está México, como ese vecino simpático que siempre tiene una cerveza fría y buena comida.

Las búsquedas de vuelos a Estados Unidos cayeron casi un 20% en apenas tres días, mientras que las agencias de viaje comenzaron a reportar un alza del 12% en reservaciones hacia México. Y eso que todavía falta lo mejor: en poco más de un año, nuestro país será anfitrión de la inauguración del Mundial de Fútbol 2026. Si el clima político y económico se mantiene favorable, podríamos tener uno de los mejores años turísticos de nuestra historia reciente.

Y no hablamos solo de Cancún o Los Cabos. Las ciudades sede como Guadalajara, Monterrey y CDMX están en plena transformación para recibir a miles de visitantes. Restaurantes, hoteles, transportes y hasta las abuelitas que rentan cuartos por Airbnb se están preparando. A eso se le llama estar en el lugar correcto, en el momento exacto… y con el rival equivocado enfrente.

¿Qué debe hacer México ante el “peleonero Trump”?

Ahora bien, no todo es celebrar. México tiene ante sí un reto diplomático enorme: mantener a Trump de buenas. Porque sí, puede ser impredecible, pero no es imposible. La estrategia debe ser clara: mano firme en los intereses nacionales, pero sin caer en provocaciones. Mostrar cooperación en temas bilaterales como migración, seguridad fronteriza y comercio, sin ceder soberanía ni dignidad.

El gobierno mexicano debe reforzar sus canales diplomáticos, mantener un frente unido con Canadá y, sobre todo, abrir nuevos mercados. Asia, Sudamérica y Europa son regiones con las que México puede fortalecer intercambios. Mientras Trump cierra puertas, México debe abrir ventanas y balcones.

También hay que reforzar la economía interna: invertir en infraestructura logística, mejorar los puertos, las aduanas, la cadena de suministro nacional. Porque si Estados Unidos se convierte en un socio inestable, el país necesita estar preparado para resistir y adaptarse.

Trump, con su arancelazo histórico, creyó que estaba blindando a su país, pero terminó aislándolo. El mundo le respondió con sanciones, reclamos y cancelaciones. Y México, que históricamente ha sufrido los vaivenes del vecino del norte, esta vez quedó en la banca viendo cómo otros se llevaban los golpes.

El reto será mantenerse ahí: lejos del pleito, pero cerca del balón. Y si lo jugamos bien, no solo llegaremos al Mundial 2026 como anfitriones… sino también como campeones del juego diplomático.

Les comparto una columna sobre cómo Trump desató un caos global con sus aranceles, el impacto en los mercados, el papel del T-MEC y la oportunidad que se abre para México en turismo

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