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La vida ya no será como antes, se mantendrán protocolos de salud: Corral

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La reactivación económica y social no significa que se quitarán de ‘golpe y porrazo’ las medidas de seguridad e higiene, ni de sana distancia o de control sanitario, sino de un proceso gradual de ir reabriendo lo que se fue cerrando para entrar poco a poco a lo que se ha denominado la nueva normalidad, indicó esta mañana el gobernador Javier Corral Jurado.

“Esto es algo que es muy importante que la gente lo sepa: ya no va a ser la vida como antes después del coronavirus, por eso, incluso se ha acuñado este concepto de la nueva normalidad”, expresó al inicio del programa Chihuahua Adelante No. 20, dedicado a explicar a los chihuahuenses el funcionamiento del semáforo de reactivación económica y social para el estado.

El gobernador compartió la siguiente reflexión:

“Vamos a entrar en una nueva etapa en términos del combate a la pandemia que ha generado este virus Sars-Cov-2, conocido como coronavirus que genera la enfermedad COVID-19 de muy fácil transmisión, que ha contagiado prácticamente a todos los países del mundo, a nuestro país, a todos nuestros estados y en Chihuahua a la mayoría de nuestros municipios.

Eso no significa, en modo alguno, que vamos a relajar de ‘golpe y porrazo’ como se dice, las medidas de sana distancia, de resguardo en casa, sobre todo de higiene personal, las medidas de control sanitario.

Esta nueva etapa que iniciaremos el primero de junio, es una etapa en la que vamos a ir reabriendo lo que fuimos cerrando, lo que fuimos restringiendo. Lo vamos a hacer de una manera paulatina, esto es gradual. Y por supuesto, nos vamos a asegurar que no se generen riesgos en términos de la salud y la vida de las y los chihuahuenses.

Es muy importante que volvamos a nuestra actividad económica, que volvamos a la actividad social, que podamos incluso hacer algo de activación física, que quienes tienen el interés y el deseo de regresar a actividades religiosas o culturales lo puedan hacer pero ya no lo vamos a poder hacer como lo hacíamos antes.

Esto es algo que es muy importante que la gente lo sepa: ya no va a ser la vida como antes después del coronavirus, por eso, incluso, se ha acuñado este concepto de la nueva normalidad.

Tenemos que regresar a la vida cotidiana, a nuestras actividades. No podemos mantener suspendida la actividad económica, social, cultural, recreativa, deportiva y sobre todo escolar, pero ya no puede ser de igual manera, tiene que ser de nuevas formas y en esas nuevas formas de se deben de quedar muchos de los protocolos de sana distancia y de higiene personal que nos han permitido durante la época más complicada de la pandemia hacer o lograr bajar el nivel de contagio de transmisión.

No se trata de que ya podemos regresar todos el primero de junio. No es así.

El gobernador Javier Corral compartió en su mensaje inicial que el sistema de semaforización estatal será para realizar un regreso paulatino y seguro a las actividades económicas.

Insistió que no culmina la sana distancia, no culminan las medidas de resguardo, mucho menos de aislamiento de los adultos mayores o de las personas con enfermedades crónicas, de mujeres embarazadas, “al contrario, esas medidas tienen que continuar y por supuesto debe continuar la higiene de todos nosotros; el tema de lavarnos las manos varias veces al día con agua y con jabón, es muy importante”.

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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