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Protesta en Jalisco; exigen #JusticiaParaGiovanni

Cientos de manifestantes, en su mayoría jóvenes, protestaron ante la sede del Palacio de Gobierno de Jalisco, por el asesinato de Giovanni López, de oficio albañil, a manos de policías del municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos, y algunos inconformes ya irrumpieron en el inmueble.

Los jóvenes incendiaron dos patrullas de la policía estatal, realizan pintas en los muros del inmueble, patean las puertas, les lanzan diferentes objetos y hacen intentos de prenderles fuego.

Pasadas las 17 horas, los inconformes iniciaron una marcha del Parque Revolución y concluyeron la protesta en Palacio de Gobierno, donde iniciaron los disturbios.

Los agentes de Ixtlahuacán de los Membrillos detuvieron al joven de 30 años el pasado 4 de mayo y al día siguiente lo entregaron ya sin vida a sus familiares.

En menos de 18 horas entre miércoles y jueves, el gabinete de seguridad encabezado por Macedonio Tamez y el fiscal estatal Gerardo Octavio Solís, dieron dos ruedas de prensa acicateados además por un tuit del cineasta tapatío Guillermo del Toro que criticaba que a más de un mes del “asesinato” de Giovanni no hubiera resultados.

Ambos funcionarios reconocieron que la investigación aún sigue abierta y anunciaron que fue citado a declarar en torno a este asunto el alcalde de Ixtlahuacán, Eduardo Cervantes, quien deberá acudir este viernes a la Fiscalía del Estado. El lunes próximo también deberá acudir a otro citatorio por otro presunto abuso policial.

Además, el gobernador Enrique Alfaro por medio de sus cuentas en redes sociales, también hizo referencia al caso y se dijo indignado, insistiendo como Tamez y Solís en que lo ocurrido es responsabilidad de la autoridad municipal.

Sin embargo desde el 19 de abril, Alfaro publicó en el periódico oficial El Estado de Jalisco un acuerdo en el que anunciaba que el uso de cubrebocas es obligatorio en cualquier espacio público, que las autoridades municipales serán responsables de verificar el cumplimiento de dicho acuerdo y que quien lo incumpla podría ser arrestado y multado.

Con esa discrecionalidad decretada y luego que el 23 de abril Alfaro llamó “pendejos” a los ciudadanos que no hacían caso a mantenerse en aislamiento, los policías empezaron a incurrir en una serie notoria de excesos.

A las 18:30 horas llegaron elementos del grupo antimotines y comenzaron a replegar a los inconformes respondiendo a las agresiones.

Fuente: La Jornada

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Trump y Musk rompen públicamente: amenazas, acusaciones y un choque con consecuencias políticas y económicas

WASHINGTON (CNN) — Lo que alguna vez fue una de las alianzas más poderosas e influyentes en la política estadounidense ha estallado de manera espectacular. El presidente Donald Trump y el magnate tecnológico Elon Musk protagonizaron este jueves un enfrentamiento público cargado de acusaciones, amenazas de represalias económicas y hasta insinuaciones sobre el escándalo Epstein.

Todo comenzó cuando Trump expresó su “profunda decepción” con Musk tras las críticas del empresario al proyecto estrella del presidente: un gigantesco paquete legislativo republicano sobre impuestos, gasto, energía y migración. “Teníamos una gran relación. No sé si la tendremos más”, dijo Trump desde la Oficina Oval.

Musk respondió con artillería pesada desde su red social X, afirmando que Trump no habría ganado la elección de 2024 sin su ayuda y calificando su actitud de “ingratitud”. La guerra digital entre ambos se intensificó rápidamente, reflejando una ruptura total entre el presidente y uno de sus mayores donantes y aliados tecnológicos.
Del «súper asesor» a enemigo político

Musk, quien hasta hace poco ocupaba un rol especial como empleado del gobierno a cargo de la “eficiencia gubernamental”, fue clave en el diseño de la visión trumpista de achicar el aparato federal. Pero ahora, fuera del cargo, ha arremetido contra el pilar legislativo del presidente, llamando al proyecto una “abominación asquerosa” por su impacto en el déficit.

Trump, enfurecido, contraatacó amenazando con cancelar los subsidios y contratos gubernamentales de Musk, una medida que podría afectar severamente a empresas como SpaceX, Tesla y Starlink, y que incluso tendría repercusiones en la Estación Espacial Internacional.

Musk respondió con una acusación explosiva y sin pruebas: aseguró que Trump “está en los archivos de Epstein” y sugirió que ese sería el motivo por el cual ciertos documentos del caso no han salido a la luz. CNN no ha podido verificar esa afirmación ni ha recibido comentarios oficiales de la Casa Blanca.
Crisis interna para los republicanos

El magnate también se burló de la política arancelaria de Trump —diciendo que llevaría a una recesión este mismo año— y hasta se mostró abierto a respaldar un juicio político para destituir al presidente y colocar al vicepresidente JD Vance en su lugar.

La relación entre ambos ha tenido consecuencias inmediatas. Las acciones de Tesla cayeron en Wall Street tras la pelea pública, y los analistas ya especulan sobre cómo esta ruptura podría influir en futuras elecciones, dado que Musk fue el mayor donante individual conocido en las elecciones de 2024.

Algunos funcionarios de la Casa Blanca dijeron que Trump estaba “más sorprendido que enojado”, y que el distanciamiento con Musk le ha afectado emocionalmente. Sin embargo, la actitud del presidente ha comenzado a endurecerse, especialmente después de que Musk dijera: “Sin mí, Trump habría perdido”.
Una pelea con implicaciones más allá del ego

Más allá de la disputa personal, la pelea plantea dilemas políticos y económicos importantes: ¿seguirá Musk respaldando candidatos republicanos? ¿Se cortarán efectivamente sus contratos con el gobierno federal? ¿Podría esto fracturar la ya polarizada base conservadora?

En un tono melancólico, Trump evocó los días en que Musk lo apoyaba y hasta hacía campaña por él: “Elon me respaldó con fuerza. Incluso subió al escenario a hablar por mí”, dijo, visiblemente afectado. Sin embargo, también lo acusó de sufrir una especie de “síndrome de desorden anti-Trump” común entre exfuncionarios.

Por ahora, mientras los insultos y acusaciones vuelan de una plataforma a otra, una imagen de su antigua cercanía persiste: el Tesla rojo que Trump compró en un evento para impulsar el negocio de Musk aún permanecía estacionado en el camino de entrada de la Casa Blanca la noche del jueves. Un símbolo de una alianza que, al menos por ahora, parece haber llegado a su fin.

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