“No me molesta que me digan la dama de hierro… Sobre todo cuando pienso que de otra gente dicen cosas mucho peores”, dice Raquel Buenrostro y suelta una carcajada. La jefa del SAT está de buen humor. Los acuerdos con Walmart, Femsa e IBM le han permitido ingresar un total de 17,538 millones de pesos y mandar un mensaje: “vamos por un cambio a fondo en la cultura fiscal. No habrá excepciones, ni negociaciones al margen de la Ley”.
Entre los destinatarios de este mensaje, Raquel Buenrostro tiene a los despachos de asesoría fiscal: “Vamos a revisarlos y, en algunos casos, proceder legalmente. Tenemos en la mira a despachos que ofrecen mecanismos de planeación fiscal que termina siendo defraudación fiscal o evasión fiscal… Hay exfuncionarios del SAT que son asesores de esos despachos. Esos asesores traen información privilegiada de auditorías que todavía están vivas… Hay vínculos de corrupción”.
La jefa del SAT no dice nombres, pero describe un modus operandi: “tienes, por ejemplo, cinco empresas de un mismo sector que utilizan el mismo esquema de planeación fiscal. El denominador común es que todos tienen el mismo asesor fiscal. Por lo general, son esquemas muy agresivos y están más allá de la zona de grises: está diseñado para hacer defraudación o evasión fiscal”.
¿Qué le dice a las empresas que trabajan con estos despachos?
“Me desconcierta que los traigan como asesores cuando vienen al SAT. Los despachos los metieron en la bronca y tratan de justificarse con sus clientes diciendo que todo está bien, que es un asunto de criterio… Saben que no es así. La recomendación es que rompan con esos despachos y se ordenen”.
Fuente: El Financiero