Como casi siempre sucede, Julio Frías tuvo un camino complicado para llegar a jugar en la Primera División del Fútbol Mexicano. El ‘Maleno’, tuvo que pasar por diferentes equipos de circuitos inferiores, para poder debutar a una edad bastante tardía (29 años) en la Liga MX.
Soles de Ciudad Juárez y Astros de la misma ciudad fueron sus primeros equipos, en los cuales destacó y pudo dar el salto a la Primera División A en 2003 con los Tigrillos. Lamentablemente para su causa, no rinde lo esperado y regresa a sus ciudad natal, para enfundarse la camiseta de Cobras; equipo que era filial de Rayados.
Para su mala fortuna, la situación económica lo lleva a cruzar la frontera norte de manera ilegal y empezar el oficio de albañil. En esta pequeña etapa continúa en el fútbol y empezó a jugar con el equipo de El Paso Patriots.
En un golpe de fortuna, Indios de Ciudad Juárez lo visorea y convence al ‘Maleno’ de probarse en 2007, en ese momento, empieza realmente su etapa como jugador profesional. En tres torneos anotó 23 goles con la escuadra fronteriza y fue uno de los pilares para que Indios subiera a la Primera División.
El 26 de julio de 2008 hace su debut en Primera, ante los Tecos en el Olímpico Benito Juárez y fue parte del conjunto que llegó a una semifinal en el Clausura 2009, en la cual cayeron 3-2 frente a los Tuzos del Pachuca.
Lamentablemente en el Torneo Bicentenario 2010, los Indios descendieron a Segunda y el ‘Maleno’ se mantuvo en el equipo un semestre más. Para el Clausura 2011, fichó con Jaguares de Chiapas y tuvo algunos minutos tanto en liga como en Copa Libertadores, pero la poca actividad lo hizo regresar a los Indios. Su último torneo fue el Apertura 2011, curiosamente también el final de la historia de Indios.
Frías decidió seguir ligado al fútbol y desde el 2016 jugó en la escuadra de El Paso Coyotes (fútbol indoor), la cual fue invitada en 2017 a la Copa Gallardo, la cual se realiza en San Luis Potosí y reúne a varios de los mejores equipos de fútbol sala en Semana Santa.