Geovanni Romero se enfundó con su camiseta y cubrebocas de los Pumas para asistir al partido de la tarde de este sábado en el estadio Olímpico Universitario, con la confianza de ingresar al recinto o, por lo menos, observar el duelo desde las inmediaciones del mismo.
El aficionado auriazul quedó anonadado al ver que la porra oficial, La Rebel, no había asistido al Pedregal para estar cerca de los felinos. Tampoco encontró alguna colina para ver parte de la cancha. Lo único que podía observar era la pantalla con el marcador.
«Esperaba pantallas o la porra para ver el partido. Se me hace mala onda que digan que pueden ingresar al estadio 300 personas y no dejen entrar a la afición, unos pocos para apoyar a nuestro equipo. Se me hace mala onda que estemos así», dijo Geovanni, bajo las astas del Olímpico Universitario, mientras su equipo jugaba frente al Cruz Azul.
Para este seguidor apasionado de los Pumas, urge el regreso del público a los recintos del futbol mexicano.
«Es necesario. El futbol distrae un poco. Con unos cuantos que estemos adentro, el estadio es grande y con la sana distancia, como dicen, no pasa nada. Vengo hoy y… pues no, así no gusta».
Geovanni ya está cansado de quedarse en su casa, ni siquiera para ver a sus Pumas. Él está acostumbrado a venir cada 15 días al Pedregal y ver los partidos, estén mal o bien. «Ya quiero ver futbol».
Enojado, Romero se regresó a su casa, para llegar a la segunda parte del compromiso.
Los Detroit Lions se impusieron este jueves 44-30 a los Dallas Cowboys en el Thursday Night Football, en un encuentro que complica seriamente las posibilidades de los texanos de clasificar a los playoffs.
A pesar de que Dallas logró acercarse a solo tres puntos en el cuarto cuarto, Detroit despegó nuevamente gracias a dos touchdowns de Jahmyr Gibbs, sellando una victoria clave en su búsqueda por la postemporada. Los Cowboys caen a récord de 6-6-1, dejando dudas sobre su desempeño en partidos decisivos.
Gibbs fue la figura del encuentro, registrando tres touchdowns y acumulando 43 yardas en 12 acarreos. David Montgomery contribuyó con un touchdown terrestre y 60 yardas en seis oportunidades. El quarterback Jared Goff tuvo un desempeño sólido, completando 25 de 34 pases para 309 yardas y un touchdown, manteniendo a su equipo en control durante gran parte del partido.
La ofensiva de los Cowboys tuvo problemas en la primera mitad, logrando solo nueve puntos. Dak Prescott terminó con 31 de 47 pases completos para 376 yardas, un touchdown y dos intercepciones. CeeDee Lamb, quien sumó seis recepciones para 121 yardas, se retiró del juego en el tercer cuarto por una conmoción cerebral, afectando seriamente las opciones de Dallas de remontar.
Los touchdowns de Gibbs en el último cuarto fueron determinantes para asegurar la ventaja, mientras que la defensa logró frenar los últimos intentos de los Cowboys por acercarse en el marcador.
Con esta victoria, los Lions mejoran su récord a 8-5, manteniéndose firmes en la lucha por un lugar en los playoffs de la NFC. El equipo luce como una ofensiva bien aceitada que logró recuperar a Amon-Ra St. Brown, además de contar con Jameson Williams y el novato Isaac Teslaa, que se consolida como una opción viable para Goff.
Dallas deberá ajustar su ofensiva y cuidar la salud de sus jugadores clave si quiere mantener vivas sus esperanzas de postemporada. La próxima jornada será crucial para ambos equipos en la recta final de la temporada regular.