En México, sólo ocho cada 100 personas cuentan con un seguro de gastos médicos mayores, aunado a que casi 72 millones de personas no tienen acceso a los servicios de seguridad social, es decir, no son derechohabientes del IMSS o el ISSSTE, lo que representa 57.3 por ciento del total de la población, según cifras estimadas por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
La salud es uno de los servicios más caros entre el sector privado, y se traduce en una preocupación permanente para una población como la mexicana, que ocupa el segundo lugar mundial en obesidad entre adultos y, por lo tanto, tiene una alta frecuencia de padecer comorbilidades como la diabetes y la hipertensión.
La Secretaría de Salud señaló en sus reportes diarios por la pandemia que estos tres padecimientos están altamente relacionados con las muertes por coronavirus, una enfermedad que en México ha dejado hasta el momento más de 40 mil muertos.
De acuerdo con el Informe de Tendencias Médicas Globales, de Mercer Marsh, una consultora de servicios de salud empresariales, en México, los precios de los servicios médicos se incrementaron 14.2 por ciento en 2019, es decir, casi cinco veces la inflación general del año pasado.
A su vez, el país registró el sexto incremento más alto en el costo de los servicios médicos, según indicó Mercer Marsh, que incluyó a 53 economías del mundo.
A esto se suma un incremento de 12.9 por ciento en el indicador de 2018, de acuerdo con la misma empresa.
Los costos calculados en el informe incluyen la atención médica, hospitalización, pacientes ambulatorios, medicación, maternidad y tratamientos oculares por persona. Todos estos indicadores corresponden a antes del brote de coronavirus.
Lo anterior pone en evidencia que el sistema de salud mexicano resulta insuficiente para la población y que la asistencia privada cada año se sale más del alcance de los bolsillos de los mexicanos.
De acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de la Industria de Seguros (AMIS), el costo promedio de internarse en un hospital privado, de una estancia sin requerir intubación, se ubica en promedio en 348 mil pesos. Pero la prima más alta que ha pagado el sector en México por la atención de un paciente contagiado de Covid-19 es de 15 millones 384 mil 826 pesos, según datos del mismo organismo.
Las estimaciones del costo por la atención de pacientes contagiados superaron las expectiativas de la industria.
Fuente: El Sol de México