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México

Las amas de casa son el colectivo más castigado por la pandemia con más muertes: El País

Las tareas del hogar y los cuidados familiares son el desempeño que más fallecidos ha dejado en esta crisis, donde un 71% de ellos solo acreditaba estudios secundarios o inferiores.

Los hombres están siendo más afectados que las mujeres por coronavirus y también las clases bajas respecto a las acomodadas, pero el colectivo que más muertos ha puesto en esta batalla en México es el de las amas de casa, con 9.192 defunciones en lo que va de pandemia. Le sigue el grupo de jubilados y pensionados, con 3.738, una parte de los cuales también son mujeres al cuidado del hogar. “En un país como México, las amas de casa son las proveedoras de la familia, las que se ocupan de los medios cotidianos para cuidar a los hijos y alimentarlos; para ello salen a la calle, toman transportes públicos y visitan con frecuencia los mercados, que están siendo uno de los grandes focos de contagio. Además, son las que cuidan a los enfermos”, dice Héctor Hernández Bringas, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien ha estudiado los datos oficiales del Gobierno sobre los fallecidos por covid-19.

El investigador ha analizado estas cifras cuando se contaban 40.417 fallecidos en todo el país en la base de datos de la Secretaría de Salud y una de las conclusiones más evidentes es que las clases humildes, “como en cualquier catástrofe o crisis o fenómeno natural” son las que más perjudicadas están resultando. Un 48,7% de los fallecidos tiene estudios de primaria como mucho cuando la población con ese nivel de formación es del 31,2%. Y lo mismo ocurre con quienes pueden acreditar estudios de secundaria o inferiores: son un 59% de los mexicanos, pero entre los muertos por covid suben hasta el 71,4%. “Yo no creo que esto tenga que ver solo con la ignorancia a la hora de comprender los mensajes o cuidarse del contagio. Mi impresión es que correlaciona más con el empleo; a menor nivel de escolaridad se reduce también el de ingresos y tienen que salir a la calle para trabajar”, dice Hernández Bringas.

En este sentido, no cree el investigador que los mensajes que llegan desde las más altas autoridades estén siendo los correctos. “Cuando te están diciendo que con una estampita del Sagrado Corazón de Jesús se cura la enfermedad, cuando hay gobernadores que sostienen que si eres pobre no te contagias porque esto es cosa de ricos, o ni el presidente ni el subsecretario de Salud se ponen el cubrebocas, pues no es el mejor ejemplo”. Además, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, o la propaganda institucional, enaltece una forma de ser del pueblo mexicano, que saldrá adelante porque son fuertes y poderosos, casi como si fuera una cuestión de genética. Hernández Bringas dice que eso tiene relación con “una cultura de la masculinidad mal entendida. Machismo, en definitiva”. “Se trata de una manera de enfrentar la vida que aplican también en el caso de los homicidios, la violencia de género, enfrentan la vida sin cuidados”, con una gallardía temeraria cuando no suicida, como si no les afectara porque están hechos de una pieza.

Pero sin duda, lo que más afecta es la terrible disyuntiva entre la salud y el hambre. El perfil sigue siendo el de un hombre entre 40 y 69 años, ahí se acumula el 64% de los fallecidos, un 30% entre los mayores de 70 y un 6,7% son menores de 40. “El confinamiento para estas personas con las economías más débiles es casi imposible. Creo que el Gobierno debería facilitarles una renta básica o solidaria para que puedan estar en casa. Hay quien dice que ya es tarde, pero yo creo que estamos a tiempo, en muchos sitios están pasando lo peor de la pandemia”, dice el investigador. En algunos casos el contagio no es tanto por el trabajo que se desempeña, sino por el transporte público que se toma para llegar a la fábrica o a barrer las calles del centro de la ciudad.

En esta pandemia murió Luis Zamora, tenía solo 38 años y trabajaba de guarda de seguridad en un predio de la ciudad. Su viuda, Yadira Montesinos, dice por teléfono: “Es difícil saber cómo se contagió, pero sí, él iba y venía en transporte público”. Su trabajo también implica una exposición pública, los guardas son los que controlan la entrada y salida de la gente… “Sí”, responde apenas Montesinos. No es el único guarda de seguridad que ha fallecido en la misma empresa, Loist. “Ellos viajan, en muchos casos desde el Estado de México, donde no se han tomado las decisiones adecuadas hasta muy tarde y ha habido muchos contagios, cuando trabajan están con su cubrebocas, el gel antibacterial, pero fuera de eso no sabemos qué precauciones toman”, dice una portavoz de la empresa.

Del Valle de Chalco, en el Estado de México, era también la vecina de Mari Domínguez, una empleada de la limpieza doméstica. “Murió la mujer, de unos 40 años, y dejó dos hijos. También murió su mamá. Eran amas de casa, sí. La mamá de los niños vendía quesadillas en la calle, al principio dijeron que se había contagiado de eso, pero quién sabe”, dice. Finalmente el viudo también falleció y una tía se ha hecho cargo de los niños.

Las cifras oficiales hablan de 395 vendedores ambulantes fallecidos, pero también de 2.138 conductores de todo tipo de medios de transporte (un 10% del total de las muertes). Los trabajadores del sector público suponen un 11,8% de las víctimas mortales y los albañiles el 5,3%. “No han dejado de trabajar porque aunque hayan parado las grandes obras mucha gente ha aprovechado el confinamiento para hacer arreglos en casa”, afirma Hernández Bringas, que trabaja en el Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinares de la UNAM.

Efectivamente, algunos empleados, aunque hayan mantenido, sin ir a trabajar, el sueldo que recibían, que nunca era mucho, han aprovechado para hacer algunos trabajos extra y ganar algo más. Si el Gobierno se decidiera a dar una renta mínima para ellos, “que no lo hará, tendría que articular una serie de sanciones para quien no observara el confinamiento, sería la forma de evitar que salieran a otros desempeños”, sostiene Hernández Bringas.

Y cree que aún se está a tiempo de paliar los estragos de la epidemia, cuyo número de fallecidos la sitúan ya en la tercera causa de muerte tras la diabetes y las afecciones coronarias, superando al cáncer. Y eso que no se han contado las defunciones que mueren al margen de las cifras oficiales, tres veces más, como ha admitido el Gobierno.

México

Senado prohíbe definitivamente las terapias de conversión en México

El pleno Senado de la República aprobó las reformas al Código Penal y a la Ley General de Salud para prohibir y sancionar de forma definitiva y a nivel nacional los Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género (ECOSIG), también conocidas como terapias de conversión, las cuales han sido consideradas por organismos internacionales como un acto de tortura en contra de la comunidad LGBTQ+, ya que consisten en someter a las víctimas a abusos sexuales, electrochoques y hasta supuestos exorcismos, para que se se identifiquen como personas cisgénero heterosexuales.

Los senadores aprobaron prohibir los ECOSIG en México con 77 votos a favor, cuatro en contra y 15 abstenciones durante una sesión que duró casi 12 horas, a un mes de que fue aprobada en la Cámara de Diputados y a seis años de que se presentó la iniciativa.

“Para prohibir y sancionar las llamadas terapias de conversión, conocidas como ECOSIG, se aprueba reformar, con 77 votos a favor, cuatro en contra y 15 abstenciones, el Código Penal Federal y la Ley General de Salud.

“Los ECOSIG son prácticas que han incentivado la violación de los derechos humanos de la comunidad LGBTTTIQ+.”, escribió en redes sociales el Senado.

Tras la aprobación de las reformas, el Senado envió el documento al Ejecutivo Federal para que se realice el trámite correspondiente y se publiquen en el Diario Oficial de la Federación.

¿Cómo se sancionarán las terapias de conversión en México?

De acuerdo con el Senado, quien realice las denominadas terapias de conversión o ECOSIG podrá ser sancionado con dos a seis años de prisión y una multa de mil a dos mil veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización (UMA), que actualmente sería una suma de entre 108 mil y 216 mil pesos.

Las reformas que adicionan un artículo 209 Quintus al Código Penal Federal y un artículo 465 Ter a la Ley General de Salud precisan que dichas sanciones se impondrán a quien realice, imparta, aplique, obligue o financie cualquier tipo de tratamiento, terapia, servicio o práctica que obstaculice, restrinja, impida, menoscabe, anule o suprima la orientación sexual, identidad o expresión de género de una persona.

No obstante, la sanción aumentará al doble cuando las conductas tipificadas se realicen en contra de personas menores de 18 años, adultos mayores o personas con alguna discapacidad.

En el proyecto de decreto se establece que bastará la presentación de una denuncia para iniciar la investigación de los hechos que revistan las características del delito al que este precepto se refiere.

¿Los padres de familia podrán ser sancionados?

 

Sí, pero no de la misma forma. En el caso de que sea el padre, madre o tutor de la víctima la persona que incurra en las conductas sancionadas, se les aplicarán las sanciones de amonestación o apercibimiento a consideración del juez.

De igual forma, cuando la persona autora tuviere para con la víctima una relación laboral, docente, doméstica, médica o cualquier otra que implique una subordinación de la víctima; o se valga de la función pública para cometer el delito, también será castigada con destitución e inhabilitación para desempeñar el cargo hasta por un tiempo igual a la pena impuesta.

¿Cómo se sancionará a profesionales de la salud?

 

Subrayó que las personas profesionales, técnicas, auxiliares de las disciplinas para la salud y relacionadas con las prácticas médicas que realicen, impartan, apliquen, obliguen o financien tratamientos, terapias o cualquier tipo de servicios o prácticas quirúrgicas o de otra índole, con el objeto de obstaculizar, restringir, impedir, menoscabar, anular o suprimir la orientación sexual, identidad o expresión de género de una persona, serán sancionadas de acuerdo con el Código Penal Federal, y suspendidas en el ejercicio profesional, de uno a tres años.

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