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Opinión

Opinion: Lo que el virus se llevó, por Nancy Toledo

Se acerca el fin de las “vacaciones”, solo para darnos cuenta que la vida seguirá en la modalidad que la hemos llevado.

Es difícil pensar en que no habrá regreso a clases, ni regreso a la normalidad. Es difícil darnos cuenta todo lo que hemos dejado de hacer, y de lo que nos hemos perdido este tiempo. Lo que el virus se llevó.

Más de cuatro meses de estar con el enemigo al acecho…”ahí viene el lobo” nos están diciendo desde entonces. Pero el lobo no llegó haciendo su entrada triunfal como esperábamos…por aquí anda, dando palmaditas a algunos, devorándose a otros.

Es cierto que lo hace menos temeroso, pero no menos real. O menos peligroso.

Quizá no hemos sido infectados por el virus, pero el daño colateral que está haciendo es igual de alarmante.

Hay empresas declarándose en quiebra, empleos perdidos, niños cansados de las limitaciones, mamás exhaustas, papás preocupados…todo esto es normal, pero debemos atenderlo antes de que sea tarde.

Todos estamos atravesando por un momento difícil! El mundo está atravesando por un momento difícil.

Pero hay que seguir. La pandemia se ha llevado muchas cosas. No debemos dejar que se lleve nuestra tranquilidad también! Tenemos que sacar la cara del agua para agarrar aire, para seguir en este mar de incertidumbre. Buscar apoyo, hablar con alguien, gritar, pelear un poco…sacar lo que traemos dentro, porque todo esto nos va a permitir vaciar espacio en nuestro interior para poder empezar de nuevo. Con más paciencia, más ánimos. El virus se llevara lo que se tenga que llevar…aférrate a tu bienestar. Cuida de ti. No solo físicamente. Tú paz. Tú salud mental.

Y aunque las hemos lavado miles de veces en este tiempo…hay cosas que están en nuestras manos. Guarda tu distancia también de los malos pensamientos, sacúdete cuando necesites pensar en algo más. Hay que tratar de adaptarnos de la manera más adecuada a lo que hoy nos toca vivir. Y tratar de ver el mejor lado de las cosas.

Nancy Anahi Toledo Rascón
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Opinión

León XIV: Entre Herencia y Esperanza. Por Caleb Ordoñez Talavera

El pasado 8 de mayo de 2025, la Plaza de San Pedro volvió a rugir con fuerza: un nuevo Papa, un nuevo nombre, y un nuevo horizonte para la Iglesia Católica. Robert Francis Prevost, estadounidense con alma latinoamericana, elegido como León XIV, asumió el timón de una institución milenaria que vive uno de sus momentos más complejos y decisivos.

Caleb Ordoñez T.

Caleb Ordoñez T.

Con 69 años y una historia de servicio en Perú y otros países del continente, León XIV hereda tanto la fuerza reformadora de su antecesor como las tensiones no resueltas que convulsionan los cimientos del Vaticano. Los desafíos son múltiples y profundos, pero también ofrecen la oportunidad de renovar la confianza y el sentido de pertenencia en millones de fieles en el mundo. Apuntémoslos, uno por uno.

Una Iglesia católica dividida.

El pontificado de Francisco dejó importantes avances, pero también sembró tensiones internas entre sectores progresistas y conservadores. La polarización no es nueva, pero ha ganado intensidad, especialmente en temas como el celibato, la diversidad sexual, y el papel de las mujeres. León XIV deberá actuar como un gran equilibrista: firme en convicciones, pero abierto al diálogo; pastor cercano, pero líder con autoridad.

Mantener la unidad sin sofocar el debate interno será clave. La religión católica no puede permitirse un cisma silencioso. León XIV debe tender puentes entre tradiciones y modernidad, entre las voces que claman por apertura y las que defienden la ortodoxia. Su perfil pastoral y su cercanía con América Latina podrían ser su mejor carta para lograrlo.

Crisis económica: Finanzas al Límite.

Uno de los retos más urgentes es la crisis económica que atraviesa el Vaticano. La caída estrepitosa de donativos, el déficit presupuestal que ronda los 30 millones de euros anuales y la pesada carga de sueldos y pensiones para miles de empleados son señales de alarma. León XIV no solo necesita recortar gastos con sensatez, sino también encontrar nuevas formas de financiamiento ético, sin comprometer la esencia espiritual del Vaticano.

La transparencia financiera y la gestión eficiente no son asuntos secundarios: son condiciones necesarias para recuperar la credibilidad y garantizar la sostenibilidad de las obras sociales, misiones y proyectos educativos que sostienen millones de vidas.

El Papel de la Mujer

Aunque se han dado pasos hacia una mayor participación de la mujer en la Iglesia, la brecha sigue siendo enorme. Las mujeres sostienen gran parte del trabajo pastoral, educativo y social del catolicismo, pero siguen excluidas de la toma de decisiones de mayor nivel.

León XIV tiene la oportunidad —y la obligación moral— de abrir un diálogo sincero y concreto sobre el acceso de las mujeres a ministerios más amplios, incluidos aquellos roles que hoy están reservados solo para varones. No se trata solo de equidad, sino de reconocer con justicia el rostro femenino de la fe.

Abusos Sexuales: Justicia Sin Excusas.

La herida de los abusos sexuales sigue abierta. Aunque se han adoptado protocolos y se han hecho avances, aún hay diócesis que actúan con opacidad o lentitud. León XIV deberá liderar con determinación un proceso de limpieza profunda: no más encubrimientos, no más silencios.

El mundo espera una Iglesia sin miedo a la verdad, que escuche a las víctimas, que repare con justicia y que garantice que nunca más el poder religioso sirva como escudo para la impunidad.

Una Voz de Paz en un Mundo en Guerra.

El nuevo Papa también enfrenta un mundo convulso: conflictos armados, crisis migratorias, cambio climático y una creciente indiferencia espiritual. León XIV ha empezado su pontificado con un llamado a la paz y al encuentro entre pueblos. No es casual: su experiencia misionera, su contacto con comunidades marginadas y su carácter conciliador le dan autoridad moral para convertirse en una voz de paz con peso geopolítico.

Frente al avance del individualismo, el cinismo y el fanatismo, León XIV puede volver a hacer de la Iglesia una plataforma de escucha, mediación y servicio.

Un Papa con el Reto de Conectar

En un mundo que ya no cree fácilmente en las instituciones, León XIV tendrá que hacer lo que Francisco inició: bajar del trono, caminar entre la gente, hablar su idioma, y ofrecer respuestas reales. La Iglesia no puede ser solo una voz moral; debe ser un testimonio de esperanza concreta.

Su pontificado apenas comienza, pero los pasos que dé en estos primeros meses marcarán el tono de su legado.  (Y una caída cada vez más aguda de católicos) ¿Será León XIV el Papa que reconstruya los puentes rotos entre la fe católica y el mundo? Hay razones para creer que sí. Pero también muchas heridas que sanar, y estructuras que transformar.

La historia lo espera. Y millones de creyentes católicos también.

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