La posible alianza en el plano electoral entre los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI), para hacer frente al movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) en el próximo proceso electoral no será de larga data, consideró el activista Víctor Quintana Silveyra.
El político cuauhtemense, quien aspira a la candidatura a gobernador por MORENA, dijo ver sus asegunes en esta probable unión, a la que por supuesto tienen todo derecho y su respeto, pero que no es algo que sorprenda, toda vez que históricamente, siempre han hecho alianzas en otras cuestiones.
“Ha habido alianza PRI y PAN en todo menos en lo electoral, hay que recordar que después del fraude de 1988, Diego Fernández de Ceballos se retiró misteriosamente a 15 días de la campaña, cuando todo parecía que iba a superar a Salinas (de Gortari); el PAN admitió la quema de boletas”, refirió el académico de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
Recordó que esta alianza se ha consolidado al paso de los sexenios, como en el gobierno del priísta Ernesto Zedillo, que incluyó a un panista al frente de la Procuraduría General de la República o el apoyo que el exgobernador de Chihuahua César Duarte, como diputado, brindó al panista Felipe Calderón para que subiera a la Tribuna de la Cámara de Diputados a rendir protesta como presidente de la república.
En ese tiempo, narró Quintana, simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador estaban molestos por el fraude en la elección presidencial que se fraguó en julio de 2006 y para el 1 de diciembre del mismo año, fueron los priístas quienes le abrieron paso para que asumiera en el poder.
“¿Qué más alianza que la que ya tienen?”, cuestionó a su entrevistador.
Con estas acciones, ambos partidos se pagaron favores, el PAN al PRI en 1988 y en PRI al PAN en 2006, “Calderón nunca olvidó ese favorcito que le hizo César Duarte”, añadió.
Víctor Quintana precisó que también han tenido alianzas en cuestiones importantes, como fueron las reformas incluidas en el llamado Pacto por México. Lo que buscan ahora, explicó, es hacer una alianza en el plano electoral.
Consideró que este tipo de alianzas casi no funcionan por ser fugaces, “creo que puede ser que funcionen algunas candidaturas, pero una parte del PRI no va a querer votar por panistas, y viceversa, y ahí no es sumar el 30 por ciento de uno y el 20 por ciento del otro”, finalizó.