Las instituciones educativas en el país atraviesan una crisis sin precedentes, pues mientras casi 150 mil 338 estudiantes de solo cuatro estados han abandonado sus estudios por dificultades económicas, las escuelas
públicas trabajan a marchas forzadas para atender a miles de alumnos que dejarán el sistema privado.
La caída en sus matrículas y la falta de pagos de sus colegiaturas también mantiene en focos rojos a los planteles particulares, provocando el cierre de 225 de ellos en nueve estados, a solo unos días de arrancar el nuevo periodo.
En Puebla, 10 por ciento de los alumnos de educación obligatoria del sistema público dejaron de estudiar. Según estimaciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), entre 90 mil y 100 mil estudiantes abandonarán las aulas por diferentes complicaciones, de ellos, más de 45 mil son de nivel medio superior, es decir,
de preparatorias y bachilleratos.
Los resultados del diagnóstico hecho por las secciones 23 y 51 SNTE en ese estado arrojan que entre las causas de la deserción escolar están el desempleo de los padres de familia, el fallecimiento de uno de los padres, la
carencia de equipos de cómputo para seguir las clases a distancia, entre otros.
El panorama no pinta mejor en Chihuahua, donde cerca de 25 mil estudiantes del nivel medio superior no se reinscribirán. En el marco del Día Internacional de la Juventud, el titular de la Comisión Nacional Contra las Adicciones, Gady Zabicky, detalló que a raíz de la contingencia 78 por ciento de los jóvenes que estaban inscritos en bachilleratos o preparatorias habían desertado, mientras que 25 mil no se reinscribirán este año.