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Quiénes tienen tomada la CNDH y cómo empezó la protesta

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La hija de Erika Martínez tenía 7 años cuando el hermano de su padrastro abusó sexualmente de ella. Vivían todos en la misma casa, así que tras la denuncia, ellas además se quedaron sin vivienda. Tres años han pasado y no hay justicia, el presunto agresor sigue libre y Erika y su hija no tienen dónde vivir. Por eso, ahora dice que se quedará en el edificio de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) del Centro Histórico, tomado desde el viernes por colectivos de víctimas y feministas, que aseguran que ya no lo devolverán porque se va a convertir en un refugio.

Fue justo la hija de Erika, ahora de 10 años, quien pintó sobre el cuadro de Francisco I. Madero que estaba al interior de la Comisión, un acto que el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en su conferencia matutina del lunes que era vandalismo y que quien lo haya hecho es porque no conoce la historia o es un conservador.

“Este cuadro, estas flores, estos labios pintados, se los pintó mi hija. Mi hija, una niña que a los 7 años fue abusada sexualmente. Entonces quiero decirle a ese presidente que cómo se indigna por este cuadro, ¿por qué no se indigna cuando abusaron de mi hija?”, gritó Erika frente a la imagen.

A su lado, otros cuadros de Miguel Hidalgo, José María Morelos y Benito Juárez, también intervenidos y exhibidos de cabeza, “porque todo está de cabeza en este país”, explicaron las manifestantes, además de ofrecer subastarlos para conseguir algo de la reparación del daño que reclaman que las instituciones no les han dado. Erika, por ejemplo, dijo que solo recibe un apoyo de 300 pesos cada tres meses, mientras sigue con el proceso legal y sin casa.

Ella fue una de las caras visibles de las manifestantes este lunes, junto con Yesenia Zamudio —madre de Marichuy Jaimes, asesinada en 2016—, que encabeza el Frente Ni Una Menos, una organización feminista enfocada en los feminicidios y otras violencias de género, que fue el que tomó las instalaciones el viernes, después de sumarse a otra protesta que había empezado el miércoles.

Al interior, dijeron, hay entre 30 y 50 personas, incluyendo niñas y niños, familiares de personas desaparecidas, y chicas más jóvenes de colectivas como Crianza Feminista, Movimiento Estudiantil Feminista o Aquelarre Violeta, algunas de las cuales se autodenominan anarquistas. Estas colectivas montaron una mesa como centro de acopio a donde estuvieron llegando durante el día donaciones de productos básicos y hasta colchonetas, tanto para las mujeres que están dentro del edificio como para ayudar a víctimas, dijeron.

Este lunes se había llegado a un acuerdo con una parte de las familias que permanecen al interior para tener un diálogo con autoridades de la CNDH y de la Secretaría de Gobernación (Segob), que finalmente no se concretó porque pretendía que fueran las inconformes quienes se trasladaran a otras oficinas, mientras que las autoridades de la Comisión rechazaron acudir al lugar de la toma, con el argumento de que hay otras manifestantes que no quieren dialogar.

¿Cómo empezó la protesta?
María Isela Valdez se volvió noticia nacional cuando se arrodilló ante López Obrador en Palacio Nacional para pedirle justicia en el caso de su hijo Roberto Quiroa, desaparecido en Tamaulipas en 2014, y tras lo cual le prometió “te lo voy a entregar”, según cuenta. Ha pasado más de un año desde esa única vez en que familiares de desaparecidos pudieron reunirse directamente con el presidente, que estuvo llena de reclamos y en la que les prometió que cada tres meses revisarían sus casos, pero nada de eso ha pasado.

Así que María Isela y otras víctimas del Colectivo 10 de Marzo instalaron hace unos meses un plantón en la puerta de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) para exigir un trato digno, entre otras demandas.

Fuente: Animal Político

Chihuahua

Chihuahua participa como Estado invitado en “La Navidad Mexicana 2025” en el Vaticano

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– La gobernadora Maru Campos destacó que es la primera ocasión en que una comitiva mexicana, es integrada oficialmente por miembros de los pueblos originarios

Ciudad del Vaticano.– En el marco del Jubileo Ordinario 2025, una delegación del Estado de Chihuahua encabezada por la gobernadora Maru Campos, participa como invitada especial en el evento “La Navidad Mexicana en el Vaticano”.

El evento es organizado por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), a través de la Embajada de México ante la Santa Sede (el Vaticano), nación soberana desde 1929 y centro administrativo de la iglesia católica, donde el Papa funge como jefe de Estado y del Gobierno.

Con esta participación, Chihuahua se convierte en la entidad mexicana número 17 en concurrir en este encuentro cultural y espiritual, que se desarrolla durante uno de los periodos más significativos para la iglesia católica.

Las actividades iniciaron con una misa oficiada por monseñor Pietro Bongiovanni, párroco de la Basílica di San Salvatore in Lauro, quien dio la bienvenida a la representación chihuahuense, así como a los embajadores de México ante la Santa Sede, Alberto Barranco y de México en Italia, Genaro Lozano.

La gobernadora Maru Campos agradeció a monseñor Bongiovanni por recibirlos, así como al embajador Barranco y a su esposa, Teresa Loera, por la invitación para ser anfitriones este año en la Navidad Mexicana.

Destacó que por primera vez la comitiva de la Navidad Mexicana se integra oficialmente con sus pueblos originarios, por lo que se dijo orgullosa de presentar al Coro de Niñas del Albergue Yermo y Parres, de Carichí, que es integrado por niñas Rarámuri.

“Carichí, Chihuahua, se encuentra en lo profundo de nuestra Sierra Tarahumara, una región conocida por su belleza, donde se encuentran algunos de los cañones más profundos del mundo, pero que también es el hogar de culturas ancestrales, como los rarámuri que hoy nos acompañan”, añadió.

Acompañada por el obispo de la Tarahumara, Juan Manuel González, la titular del Ejecutivo explicó que este pueblo originario representa lo más puro y luminoso del territorio chihuahuense: La Sierra Tarahumara, donde los pueblos recorren grandes distancias.

“El canto de las niñas busca justamente reavivar nuestra esperanza. Que este concierto y esta misa nos recuerden que la diversidad nos engrandece y que juntos, sí es posible construir la paz y la esperanza que hoy las naciones, las comunidades y las personas necesitan”, finalizó la mandataria.

Además de la participación del coro de niñas de Carichí con el concierto “Raíces, Sonidos y Emociones”, que incluyó cantos navideños y tradicionales interpretados en español y rarámuri.

También tomaron parte el pianista rarámuri, Romeyno Gutiérrez y el grupo Conjunto Primavera.

Al final los asistentes disfrutaron de una posada que incluyó dulces, comida y la tradicional piñata mexicana.

En México este año está dedicado a las mujeres indígenas y en ese marco, Chihuahua contempló la participación de niñas de las comunidades originarias, en las actividades efectuadas en el Vaticano.

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