La crisis sanitaria ha afectado a muchos sectores y ha dejado sin trabajo a un gran número de personas -en Estados Unidos hay una tasa de desempleo de más del 10%-, por lo que los repartidores de Amazon, tratando de lograr que se les asignen más entregas, han colgado de los árboles cercanos a los centros de almacenamiento de paquetes de Amazon sus móviles.
¿Por qué? Por lo visto, según han contado al medio de comunicación internacional expertos y personas con conocimiento directo de las operaciones de Amazon, la compañía de Jeff Bezos ‘premia’ a aquellos repartidores que se encuentran más cerca del centro de reparto, dándoles antes la ruta de entrega.
El sistema es bastante simple: lo que hacen los repartidores es sincronizar su propio teléfono móvil con el dispositivo que han dejado en el árbol. Después esperan pacientes a que entre una alerta en la app Amazon Flex, una aplicación similar a Uber que les permite realizar entregas en sus propios coches. “Para muchos que tienen otros trabajos, es una forma de ganar dinero extra en su tiempo libre”, afirman desde Bloomberg.
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Con el aumento del desempleo -y la consiguiente bajada de los fondos destinados a los desempleados, que han visto cómo se reducían las prestaciones-, la competencia por este tipo de trabajos se ha endurecido y más personas dependen de él como su principal fuente de ingresos. Estas rutas de entrega suponen unos 15 dólares, según la información del medio internacional.
En un correo electrónico interno, Amazon dijo que investigaría el asunto pero que no podría divulgar el resultado de su investigación a otros repartidores que se han quejado de los que han manipulado el sistema con esta treta. La compañía, a través de una portavoz, declinó la oferta de Bloomberg de hacer más comentarios al respecto.
A diferencia de los empleados por horas a los que se les paga incluso cuando el trabajo es lento, a los trabajadores subcontratados solo se les paga por trabajo. Por lo tanto, asegurar una ruta a través de la aplicación del teléfono es el primer paso clave para ganar dinero.
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La mayoría de las rutas Flex duran de dos a cuatro horas y se pueden programar con anticipación, pero por las que los repartidores compiten tan ferozmente en Chicagoson ofertas instantáneas de entrega rápida, que requieren una respuesta inmediata y suelen tardar entre 15 y 45 minutos en completarse.
Cuando los conductores ven una oferta instantánea, solo tienen unos minutos para aceptar la entrega o perderla contra otra persona.
Es probable que los perpetradores cuelguen varios teléfonos en los árboles “para distribuir el trabajo a varias cuentas de Amazon Flex y evitar que Amazon los detecte”, dijo Chetan Sharma, consultor de la industria inalámbrica, a Bloomberg. “Si todas las rutas se alimentaran a través de un dispositivo, sería fácil de detectar para Amazon”, añadió.