Contrario a los principios de austeridad del presidente Andrés Manuel López Obrador, sus cuatro hijos han mostrado en varias ocasiones que piensan distinto a su padre, pues la opulencia no es ningún problema para ellos.
Empezando por su hijo mayor, José Ramón López Beltrán y su esposa, Carolyn Adams, quienes en el primer informe de Gobierno del mandatario estuvieron en primera fila, luciendo prendas de diseñador.
La nuera del tabasqueño, lució un vestido blanco con estampado de flores que dejó entrever su embarazo, y que conjuntó con unos zapatos Valentino de 17.000 pesos (USD 900), y una bolsa Chanel de 100.000 pesos (USD 5351).
A pesar de lo que promulga el presidente, las firmas de lujo no son el único capricho de José Ramón López, y su esposa, Carolyn Adams.
La nuera de AMLO presuntamente tiene nexos con líderes petroleros (Foto: Instagram/Archivo)
La pareja, que ahora vive con su bebé en la ciudad de Houston, Texas, comparte a través de redes sociales publicaciones que demuestran su alto poder adquisitivo, inalcanzable para el mexicano promedio.
En las imágenes muestran sus viajes en jets privados; fotos de sus numerosasvisitas a Europa y Dubái; brindis con champange Moët & Chandon; o su asistencia a grandes eventos deportivos. Además, en una de las publicaciones, Carolyn aparece manejando un auto de lujo, y en otra, junto al presidente de EEUU Donald Trump.
Sin embargo, José Ramón y su esposa no son los únicos que parecen disfrutar de los lujos. Gonzalo Alonso López Beltrán, de 27 años, fue visto el año pasado compartiendo el palco de honor del estadio de los Sultanes de Monterrey, conocido como el Palco Sultán, con los empresarios Carlos Slim y Carlos Bremer, así como con el jefe de la oficina de Presidencia, Alonso Romo.
De acuerdo a lo descrito por Mario Maldonado en abril de 2019 para El Universal, en dicho partido se disputó la victoria entre los Rojos de Cincinnati y Los Cardenales de San Luis, uno de los más cotizados de la temporada.
Los hijos de AMLO en uno de los balcones de Palacio Nacional. No fueron enfocados por las cámaras (Foto: Twitter @Ru2s)
Según el periodista, Bremer, empresario que ganó en la subasta de la casa de Zhenli Ye-Gon, invitó al hijo del tabasqueño a unírseles en el palco.
“La reunión quedó inmortalizada en una fotografía que tomó uno de los asistentes, en la cual Carlos Bremer sale abrazando a Gonzalo Alfonso, quien sonríe para la cámara”, describió en su columna Maldonado.
Sin embargo, no ha sido el único guiño que ha tenido el hijo del presidente con el mundo del dinero y de los empresarios, que al presidente le parece frívolo y excesivo, como recordó en los spots de su segundo informe de gobierno.
Cabe recordar que en febrero de 2019, ambos hermanos anunciaron suincursión en la industria chocolatera con “Chocolates Rocío”, en honor al nombre de su madre, Rocío Beltrán Medina.
La Finca Rocío se encuentra en una tierra heredada por su difunta madre en el municipio de Teapa, Tabasco, en el estado natal del presidente López Obrador.
Chocolates Rocío, un negocio entre los hijos del presidente (Foto: Instagram Chocolates Rocío)
Aunque, el chocolate no fue el único producto del que se han interesado en producir. Señalaron que también desean lanzar una cerveza y un refresco aunque, hasta la fecha, se desconoce el capital con el que han iniciado sus emprendimientos.
En épocas más recientes, todos los hijos del mandatario se volvieron objeto de crítica al ser vistos vacacionando en plena pandemia en un hotel de Acapulco, Guerrero, pues además un video viralizado en redes sociales, muestra a Jesús Ernesto, el menor, e hijo de la escritora Beatriz Gutiérrez, paseando sin cubrebocas por los pasillos del Hotel Princess.
Por otro lado, Andrés Manuel Jr, de 34años de edad, siguió los pasos universitarios de su padre y estudió Ciencias Políticas en la UNAM, pero no dejó de estar en el centro de la polémica cuando, en 2009, fue visto usando unostenis de la marca francesa Louis Vuitton con un precio superior a los 16.000 pesos (USD 800).
De él se sabe que tiene una relación con la modelo venezolana Irene Esser, que inició en 2017, que se “formalizó” al presentarse con ella a la toma de protesta en diciembre de 2018, sin embargo, es mucho más discreto sobre los lujos que con los que viven, aunque ha sido visto en varias ocasiones en restaurantes de lujo del Centro de la capital y de la Condesa.
1 de cada 10 chihuahuenses viven en carencia alimentaria
Chihuahua. – Con el objetivo de reforzar las estrategias transparentes en el combate contra el hambre, la diputada de Morena, Jael Argüelles Díaz, presentó una proposición con carácter de Punto de Acuerdo para exhortar a la Secretaría de Desarrollo Humano y Bien Común, como titular de la Junta de Gobierno del DIF Estatal, así como a la Dirección General del organismo, a crear un padrón público, actualizado y consultable de los comedores infantiles en Chihuahua.
Durante su exposición, la legisladora subrayó que el combate al hambre es una responsabilidad compartida y un compromiso alineado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU, que establece como prioridad erradicar el hambre y garantizar la seguridad alimentaria.
Señaló que, de acuerdo con datos del INEGI, actualmente más de 370 mil personas en Chihuahua viven en carencia alimentaria, es decir, 1 de cada 10 chihuahuenses, problemática que se agrava en la región serrana, donde el 60 por ciento de niñas y niños presenta algún grado de desnutrición.
La legisladora, reconoció también los avances logrados por el Gobierno de México en materia de combate a la pobreza, impulsados por la presidenta Claudia Sheinbaum, que han permitido que millones de personas mejoren sus condiciones de vida; sin embargo, advirtió que la seguridad alimentaria sigue siendo uno de los principales retos sociales.
Argüelles Díaz recordó que el artículo 4° de la Constitución garantiza el derecho de todas las personas a una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, derecho que en Chihuahua también está respaldado por la Ley de Desarrollo Social y Humano y la Ley de Asistencia Social, donde se establece como población prioritaria a niñas, niños, adolescentes, mujeres, personas indígenas y personas adultas mayores en situación de pobreza alimentaria.
Destacó que los comedores infantiles son una de las principales políticas públicas para combatir la desnutrición en la infancia, por lo que contar con un padrón público permitirá a la ciudadanía conocer su ubicación, funcionamiento, cobertura y servicios, además de fortalecer la supervisión, la coordinación institucional y la rendición de cuentas.
“La transparencia también es una herramienta para salvar vidas. Hacer visible dónde están los comedores infantiles es garantizar que más niñas y niños accedan a su derecho a la alimentación”, concluyó la congresista.