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Polonia permite “zonas libres de ideología LGTBI”

Casi un centenar de municipios y ciudades polacas se han autoproclamado en el último año como “zonas libres de ideología LGTBI”. Son lugares en los que homosexuales, transexuales y bisexuales no son bien recibidos, zonas donde se rechaza la tolerancia sexual en defensa de la familia tradicional. Aunque esta declaración no tiene ninguna validez legal, sí que está cargada de una retórica que pretende criminalizar a esta comunidad y que cuenta con el apoyo explícito del propio Gobierno, liderado en la sombra por el ultraconservador católico Jaroslaw Kaczynski. Este miércoles, la presidenta de la Comisión Europea ha vuelto a tomar partido en el asunto y ha advertido a Polonia de que “no tolerará más infracciones al Estado de derecho”.

La primera medida comunitaria contra esta polémica iniciativa se tomó el pasado julio, cuando la UE rechazó abiertamente conceder una ayuda económica a seis municipios polacos que se habían declarado “zonas libres de LGTBI”. Estas localidades pretendían obtener un fondo de hasta 25.000 euros para llevar a cabo un programa que estimulara el debate y la participación cívica dentro de la UE conocido como Europe for Citizens Proyect. Ya en ese momento, Von der Leyen respaldó esta sanción: “Nuestros tratados garantizan que todas las personas en Europa sean libres de ser quienes son, de vivir donde quieran y de amar a quienes quieran”.

El profesor de Derecho de la Universidad de Varsovia Jakub Urbanik, que es un ferviente activista proeuropeo y que forma parte del colectivo LGTBI polaco, confía en que las acciones de la UE surtan algún efecto en Varsovia. “No pueden dejar crecer más al monstruo. Pasó en Hungría, donde [el presidente, Viktor] Orbán ha minado la democracia y el Estado de derecho. La UE no puede dejar que en Polonia pase lo mismo”.

La mayoría de los municipios que se hacen llamar “zonas libres de ideología homosexual” se encuentran en la parte sureste de Polonia, granero de votos del partido Ley y Justicia (PiS), una zona más rural y conservadora donde la Iglesia católica tiene mucho poder. “No se me ocurriría ir hasta allí con mi mascarilla de la bandera arcoíris. El mensaje de odio hacia el diferente ha calado en la sociedad polaca, y hay barrios en Varsovia donde cada vez te sientes más incómodo”, asegura Urbanik en una entrevista telefónica.

El Parlamento Europeo también ha pedido a las autoridades polacas que condenen esta iniciativa. “Las zonas libres de LGTBI son zonas libres de humanidad y no tienen cabida en la UE”, ha criticado hoy Ursula von der Leyen, en el discurso del estado de la Unión. Pero como ya es costumbre, el Ejecutivo polaco ha hecho oídos sordos a las advertencias de Bruselas. El nuevo enemigo a combatir para los ultracatólicos del PiS es el homosexual, un mensaje que han repetido hasta la saciedad en un año marcado por los comicios europeos de 2019 y las elecciones presidenciales de este mes de julio, donde el presidente Duda revalidó su victoria en las urnas, aunque con unos resultados muy ajustados, lo que demuestra la división y polarización de la sociedad polaca.

Fuente: El País

Deportes

Dodgers se enfrentan al ICE: rechazan uso del estadio como base para redadas migratorias

En un acto sin precedentes, los Dodgers de Los Ángeles negaron este jueves el acceso a vehículos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) a los estacionamientos del Dodger Stadium, en lo que representa una clara postura frente a las redadas migratorias que han estremecido a la comunidad latina en California.

La organización deportiva, considerada uno de los símbolos más influyentes de la ciudad, emitió un mensaje contundente a través de su cuenta oficial en X: “Esta mañana, ICE agentes llegaron al Dodger Stadium y solicitaron permiso para acceder a los estacionamientos. La organización les negó la entrada. El juego de esta noche se jugará según lo programado.”

Fuentes locales señalan que los vehículos del ICE —algunos adaptados para operaciones logísticas y detenciones— habían intentado establecer una posible área de concentración temporal cerca de la Puerta E, en Elysian Park, como ha sucedido en otras zonas como Hollywood o Pasadena. Sin embargo, la administración del equipo, respaldada por el carácter mayoritariamente privado del inmueble, ejerció su derecho de admisión para frenar el intento.

Parte del terreno del estadio sigue en manos del expropietario Frank McCourt, pero la decisión final fue consensuada dentro de la directiva del club, que ha enfrentado presión en días recientes para asumir un rol más activo frente a las detenciones migratorias.

Ese mismo día, se esperaba que los Dodgers presentaran un plan de apoyo a organizaciones que brindan asistencia a inmigrantes afectados por redadas. Lo ocurrido marca, según activistas y medios locales, “la primera respuesta contundente” del club en defensa de su afición migrante, históricamente base fundamental de su identidad y legado.

Alrededor de dos decenas de manifestantes se congregaron de manera pacífica frente al estadio para exigir el retiro del ICE y mostrar solidaridad con las comunidades afectadas. La Policía de Los Ángeles (LAPD), a solicitud del equipo, mantuvo a los manifestantes fuera del acceso principal.

La concejala Eunisses Hernández, en declaraciones posteriores, criticó la presencia de ICE en zonas cercanas al estadio y celebró la decisión de los Dodgers al señalar: “Propiedad privada es diferente. Pueden decir: ‘no en mi propiedad’.”

También hubo pronunciamientos dentro del vestidor. El pelotero puertorriqueño Kiké Hernández expresó públicamente su respaldo a la comunidad migrante, sumándose al mensaje de inclusión que la organización ha querido reforzar.

Pese a la tensión, el encuentro entre Dodgers y Padres se celebró sin contratiempos, con gradas llenas y sin alteraciones en el campo. Pero el gesto del club no pasó desapercibido: en una ciudad donde la inmigración es parte esencial del tejido social, los Dodgers han decidido no quedarse al margen.

Lo sucedido podría marcar un precedente sobre el papel que equipos deportivos pueden asumir ante políticas migratorias controvertidas. En un momento donde el deporte y la política se entrelazan más que nunca, los Dodgers no solo jugaron un partido este jueves: también fijaron una postura.

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