Azam Ahmed y Alan Feuer, reporteros de The New York Times, cuentan esta tarde una historia de no creerse.
Agentes de inteligencia de Estados Unidos tenían bajo escucha a los miembros de un cartel mexicano cuando empezaron a hablar de una figura poderosa y sombría conocida como “El Padrino”.
“Los agentes se habían estado acercando a él durante meses, sospechando que esta figura central en el tráfico de drogas era un alto funcionario del Ejército mexicano. De repente, una de las personas vigiladas le dijo a sus compañeros de cártel que ‘El Padrino’ estaba en la televisión en ese mismo momento. Los agentes revisaron rápidamente para ver quién era. Encontraron que era el Secretario de Defensa Nacional, el General Salvador Cienfuegos Zepeda”.
Eso se lo contaron cuatro funcionarios estadounidenses involucrados en la investigación que tiene en estos momentos al General en una prisión.“En ese momento, dicen las autoridades, finalmente confirmaron que el patrón misterioso de uno de los cárteles de la droga más violentos del país era en realidad el líder encargado de librar la guerra de México contra el crimen organizado”.
Azam Ahmed y Alan Feuer agregan:
“Fue una muestra impresionante de cuán profundo corren los lazos del crimen organizado en México, y el jueves por la noche, las autoridades estadounidenses detuvieron al General Cienfuegos en el aeropuerto de Los Ángeles mientras viajaba con su familia. Incluso para México, un país habituado a menudo a la violencia y la corrupción implacables que se han apoderado de él durante años, el arresto fue nada menos que extraordinario, rompiendo el velo de invencibilidad que las Fuerzas Armadas han disfrutado durante mucho tiempo”.
Cienfuegos, quien fue el Secretario de la Defensa de 2012 a 2018, está acusado de lavado de dinero y traficar con heroína, cocaína, metanfetaminas y marihuana desde fines de 2015 y hasta principios de 2017, según la acusación revelada en el Distrito Este de Nueva York. Los cargos son el resultado de una operación encubierta de varios años que los investigadores llamaron “Operación Padrino”. El General Cienfuegos dirigió las operaciones militares lejos del cartel y hacia sus rivales. Algo muy parecido a lo que, dicen las autoridades, hizo Genaro García Luna mientras conducía la guerra armada de Felipe Calderón Hinojosa.
La detención en Estados Unidos de un exsecretario de Defensa por vínculos con el narcotráfico sacudió a México y asestó un duro golpe a la credibilidad de las fuerzas armadas del país, a las que el actual presidente ha involucrado cada vez en más actividades.
El mandatario Andrés Manuel López Obrador dijo el viernes que el arresto del general Salvador Cienfuegos la víspera en Los Ángeles es un hecho “lamentable” que deberá probarse y “una muestra inequívoca de la descomposición del régimen” durante los gobiernos de sus predecesores.
Y aunque garantizó que se perseguirá a posibles cómplices, reiteró su apoyo a los actuales mandos de las fuerzas armadas.
“Todos los que resulten involucrados en este asunto… en la Secretaría de la Defensa, van a ser suspendidos, retirados y, si es el caso, puestos a disposición de las autoridades competentes”, afirmó. “No vamos a encubrir a nadie, ya pasó ese tiempo”.
Sin embargo, algunos analistas consideraron que el golpe no sólo afecta a las administraciones pasadas sino que es un cuestionamiento a los cada vez más poderosos militares mexicanos y a toda la estrategia contra los cárteles que desde hace décadas se apoya fundamentalmente en las fuerzas armadas.
“Es un golpe brutal al combate a la delincuencia organizada”, afirmó Guadalupe Correa-Cabrera, profesora asociada de la universidad estadounidense George Mason.
Cienfuegos encabezó a las fuerzas armadas de 2012 a 2018 durante el Gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto. Fue arrestado el jueves por pedido de la agencia antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés) y el viernes fiscales en Nueva York presentaron cargos en su contra por asociación delictuosa para distribuir e importar drogas y lavado de dinero.
Durante su conferencia de prensa matutina, López Obrador indicó que hace dos semanas la embajadora mexicana en Washington, Martha Bárcena, le había adelantado que había una investigación en marcha contra Cienfuegos en el país vecino pero no sabía los detalles. Agregó que no hay abierta ninguna indagatoria en México contra el general.
Fuente: SinEmbargo