Aquí estamos, un año después. Seguimos en cuarentena…pero ya no es igual.
¡Las cosas han cambiado, y mucho!
Siento que era otra pandemia, cuando me acuerdo que el estado de alerta en qué estuvimos los primeros meses, el miedo al virus, a su manera de actuar…dejando la ropa y zapatos en la entrada, desinfectando las bolsas del súper y cada cosa que venía del exterior. Aquellos días de estar completamente encerrados, en pijamas o ropa deportiva todo el día…porque “es algo temporal, cosa de unas cuantas semanas”.
¡Qué equivocados estábamos en eso y en muchas cosas!
Aquí estamos un año después. Tan acostumbrados al cubrebocas…tan adaptados a las nuevas normas. ¡Y tan convencidos que la vida debe seguir!
Que se puede vivir con un enemigo presente, qué hay formas de combatirlo, de prevenirlo…no hay necesidad ni ganas de seguir deteniendo el tiempo.
Es un récord para el mundo de la medicina haber logrado tener la vacuna a escasos meses de conocer el virus, aunque parecieron eternos ante la magnitud del daño que hizo al mundo entero.
Pero aquí seguimos.
Con mucha más resiliencia y esperanza que hace un año. Y sé que no solo hablo por mí, al decir que también estamos más conscientes de cuidar nuestra salud, incluida la mental y espiritual. Y de valorar la vida, propia y de quienes nos rodean.
Un año después, y mucho aprendizaje después. Llenos de esperanza de que las cosas mejoren, de que la vida tome su curso, con cuidados pero sin limitantes absurdos, con vacuna, con más tranquilidad, con menos miedo, con planes, y sobre todo con las mismas ganas de siempre de seguir vivos!
Nancy Anahí Toledo Rascón
Instagram @eso.pienso
Facebook Eso Pienso