Conecta con nosotros

Resto del mundo

El ejército chino podría estar detrás de hackeos en Japón

TOKIO (AP) — La policía de Tokio está investigando una serie de ciberataques contra unas 200 empresas y organizaciones de investigación japonesas, entre ellas la agencia espacial del país, y cree que los responsables puedan ser hackers vinculados con el ejército chino, informaron las autoridades el martes.

La policía remitió el caso de los ataques contra la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) a los fiscales para que hagan una investigación mayor, dijo a los periodistas el secretario en jefe del gabinete, Katsunobu Kato.

La policía cree que “Tick”, un grupo chino de hackers bajo la dirección de una unidad del Ejército Popular de Liberación, realizó una serie de hackeos contra la JAXA en 2016 y 2017, agregó Kato.

Un sospechoso en el hackeo contra JAXA, un ingeniero de sistemas chino con sede en Japón, supuestamente obtuvo acceso a un servidor de alquiler al registrarse con una identidad falsa para realizar el ciberatque, dijo Kato, citando la investigación policial.

La televisión pública NHK dijo que otro ciudadano chino con presuntos vínculos con la unidad del EPL y que estaba en Japón como estudiante de intercambio también fue investigado en relación con el caso. Ambos hombres abandonaron el país desde entonces, añadió.

La policía está investigando la intención y los métodos de los intrusos, al tiempo que investiga decenas de otros ciberataques que sospechan que están relacionados con el ejército de China, dijo Kato.

“Es muy probable la participación del Ejército Popular de Liberación de China”, aseguró Kato. Agregó que hasta ahora no se han encontrado robos de datos ni daños concretos, pero la policía exhortó a las empresas a fortalecer su protección informática.

El Ministerio de Defensa de Japón dice que los ciberataques son parte de las crecientes amenazas a la seguridad por parte de China, a medida que se vuelve más asertiva en la región, una preocupación que compartieron y analizaron el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro japonés, Yoshihide Suga, cuando conversaron el 16 de abril en la Casa Blanca.

Resto del mundo

Colapsa el Louvre por huelga: trabajadores paralizan el museo más visitado del mundo por turismo excesivo y abandono oficial

El Louvre, emblema cultural de Francia y cuna de obras maestras universales como la Mona Lisa y la Venus de Milo, cerró abruptamente sus puertas este lunes debido a una huelga espontánea de su propio personal, que denuncia una crisis estructural alimentada por el turismo masivo, el abandono estatal y condiciones laborales insostenibles.

Miles de turistas —algunos con boletos en mano desde hace meses— quedaron varados frente a la icónica pirámide de cristal, sin explicaciones claras, formados bajo el sol parisino. La imagen fue impactante: el museo más famoso del planeta, paralizado por los mismos trabajadores encargados de proteger y compartir su patrimonio con el mundo.

«Es el gemido de la Mona Lisa aquí afuera», dijo con ironía Kevin Ward, un visitante estadounidense. «Miles esperando, sin comunicación. Supongo que hasta ella necesita un descanso».

El paro surgió sin aviso, en medio de una reunión rutinaria entre trabajadores de galería, seguridad y venta de boletos, quienes decidieron no tomar sus puestos como forma de protesta ante lo que definen como una situación “inaguantable”. Denuncian afluencias desbordadas, plantillas insuficientes y un desgaste físico y emocional permanente.

A pesar de que el presidente Emmanuel Macron anunció en enero un ambicioso plan de renovación por hasta 800 millones de euros, el personal del Louvre afirma que los problemas son actuales y urgentes. “No podemos esperar seis años para tener ayuda”, afirmó Sarah Sefian, una de las trabajadoras en huelga. “No se trata solo del arte, se trata de las personas que lo cuidan”.

El museo recibió 8.7 millones de visitantes el año pasado, más del doble de lo que su infraestructura puede tolerar. La sala donde se exhibe la Mona Lisa recibe a diario unas 20,000 personas, muchas de ellas empujadas a tomar una selfie rápida sin siquiera mirar las otras obras maestras que la rodean. “No ves un cuadro, ves celulares y empujones”, lamentó una turista coreana.

El proyecto anunciado por Macron —bautizado como «Nuevo Renacimiento del Louvre»— contempla una nueva entrada por el río Sena, una sala dedicada exclusivamente a la Mona Lisa y boletos con horario asignado. Sin embargo, los trabajadores critican que, mientras se planean reformas para dentro de una década, las subvenciones operativas del museo se han reducido más de 20% en diez años.

“No nos parece bien que el presidente venga a dar discursos aquí, mientras por dentro el museo se está cayendo”, dijo Sefian.

En una nota interna filtrada, la presidenta del Louvre, Laurence des Cars, reconoció que el edificio ya no es completamente hermético, que las fluctuaciones de temperatura amenazan las obras y que los servicios básicos para visitantes —como baños, áreas de descanso y señalización— no cumplen estándares internacionales.

La crisis del Louvre coincide con protestas contra el turismo descontrolado en toda Europa. Este fin de semana hubo manifestaciones en Mallorca, Lisboa y Venecia, donde miles de residentes salieron a las calles a denunciar el impacto del turismo sobre la vida cotidiana. En Barcelona, incluso, activistas usaron pistolas de agua contra los visitantes.

A pesar de la huelga, algunos trabajadores del Louvre podrían permitir el acceso limitado a una “ruta de obras maestras” este mismo lunes. El museo cerrará el martes, como es habitual, y se espera que el miércoles se reanuden las operaciones con normalidad, aunque todo dependerá de los avances en las negociaciones.

Por ahora, el Louvre, símbolo del arte y la historia humana, se ha convertido también en un símbolo del colapso de un modelo turístico que, sin límites ni responsabilidad institucional, amenaza con rebasar incluso los cimientos de la cultura más sagrada.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto