Una doctora chilena lleva días siendo objeto de críticas en las redes sociales, luego de que publicara un tuit con un selfi en el que aparece con una mascarilla facial negra junto al comentario: «Tratando de ser haitiana para agarrar un bono».
Magaly Obregón Ampuero, que es jefa de Pabellones Quirúrgicos del Hospital San Juan de Dios de la comuna de Los Andes, en Chile, no tardó en aclarar que se trataba de una broma para «reírse de sí misma». Sin embargo, el daño ya estaba hecho y empezaron a lloverle reacciones negativas por parte de usuarios indignados.
Tras echarle en cara la publicación de un foto de carácter ofensivo para la comunidad haitiana, muchos usuarios la acusaron de «discriminadora» y de burlarse de la necesidad de las personas. Eventualmente, la doctora se vio obligada a cambiar el estatus de su cuenta de Twitter a «privada».
«Si esta publicación ofendió a alguien, ofrezco mis más sinceras disculpas, ya que, si bien soy sumamente confrontacional, no soy racista, ni nazi, ni mala persona, ni ninguno de los apelativos que he recibido; y sé que cuando cometo un error soy capaz de reconocerlo y dar las disculpas a quienes ofendí», dijo Ampuero. Asimismo, la doctora opinó que, a su juicio, Twitter se ha convertido «en un lugar lleno de seres perfectos, que saben todo, que tienen la verdad absoluta, que siempre saben la manera de reaccionar a todo».
Por su parte, el Hospital San Juan de Dios de Los Andes emitió un comunicado en el que se desmarca del polémico tuit, que —aclara— fue difundido por la doctora «fuera de su horario laboral y en un contexto extra hospitalario». Además, en el comunicado se asegura que la profesional no ha evidenciado «tratos discriminatorios con pacientes o compañeros de trabajo».
Sin embargo, el presidente de la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud del área Aconcagua, Daniel Bartch, indicó que «las autoridades no pueden conformarse con un comunicado donde ni siquiera se menciona el nombre de la doctora Magaly Obregón y se justifica su actuar mencionando su trayectoria profesional». Por esos motivos, Bartch exigió que la doctora sea «sancionada como es debido».