Las autoridades de Alameda (California, EE.UU.) están investigando la muerte de un hombre hispano de 26 años que dejó de respirar después de que oficiales de policía lo inmovilizaran en el suelo mientras intentaban esposarlo el pasado 19 de abril.
Según un comunicado emitido por el Departamento de Policía, los agentes respondieron a una llamada sobre la presencia de un posible individuo en estado de ebriedad y cuando llegaron al lugar encontraron al hombre, posteriormente identificado como Mario Arenales González, con dos botellas de alcohol junto a él, una de ellas abierta.
Los uniformados procedieron a su arresto, durante el cual se produjo un «altercado físico» al intentar esposarlo. Cuando se dieron cuenta de que el detenido había dejado de respirar, intentaron reanimarlo mientras llegaba una ambulancia. Seguidamente, González fue trasladado a un hospital, donde falleció poco después.
Los tres oficiales involucrados en el incidente han sido puestos en licencia administrativa pagada, mientras el departamento asegura estar realizando «todo lo posible para brindar» toda la información sobre lo ocurrido «primero a la familia y luego a la población lo más rápido posible».
Imágenes de las cámaras corporales
Tras hacerse público el caso y una petición de la familia del fallecido, el Departamento de Policía de Alameda reveló las grabaciones captadas por la cámara corporal de los oficiales, que muestran que presionaron con la rodilla la espalda y el hombro del hombre mientras luchaban por esposarlo y someterlo.
Durante casi diez minutos, González habló tranquilamente con los agentes, antes de que estos intentaran colocarle las manos detrás de la espalda para esposarlo. A continuación, se ve a los uniformados luchar para inmovilizarlo boca abajo en el suelo. Durante el forcejeo, se puede ver cómo uno de los agentes coloca su peso sobre la espalda del hombre durante unos cinco minutos hasta que González dejó de responder.
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Trump endurece política migratoria: ICE elimina audiencias de fianza para indocumentados
Washington, D.C.— Millones de inmigrantes indocumentados que ingresen a Estados Unidos ya no tendrán derecho a solicitar audiencias de fianza ante un juez migratorio, de acuerdo con una nueva política anunciada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
La medida fue comunicada la semana pasada a través de un memorando firmado por el director interino de ICE, Todd Lyons, y forma parte del nuevo impulso de la administración Trump para incrementar la detención prolongada de migrantes que cruzan ilegalmente la frontera. La política ya comenzó a aplicarse y, según fuentes cercanas al caso citadas por ABC News, podría enfrentar una oleada de impugnaciones legales en los próximos días.
Hasta antes de esta decisión, cualquier persona detenida por ingresar sin documentos podía solicitar una audiencia de fianza con un juez migratorio para argumentar su liberación bajo ciertas condiciones. Con este cambio, ICE retira ese derecho procesal de forma generalizada, lo que aumentaría de forma significativa el número de personas retenidas indefinidamente en centros de detención federal. Organizaciones defensoras de derechos humanos advierten que la medida vulnera el debido proceso y exacerba el colapso del sistema migratorio estadounidense.
La nueva política fue reportada inicialmente por The Washington Post y ya generó reacciones entre legisladores y activistas. Algunos analistas consideran que esta acción forma parte de la estrategia electoral del expresidente Trump rumbo a noviembre. El anuncio se da en medio de una creciente tensión entre el gobierno federal y distintas cortes migratorias que habían flexibilizado criterios de detención en años recientes. ICE argumenta que el objetivo es fortalecer el control fronterizo y reducir los riesgos de evasión de la ley.
La orden no especifica cuánto tiempo permanecerán detenidos los inmigrantes sin acceso a fianza, pero advierte que todos los casos serán evaluados directamente por ICE. Esta decisión podría afectar especialmente a familias y solicitantes de asilo que cruzan por la frontera sur. La medida generará presión adicional en los centros de detención, que ya operan en niveles críticos de hacinamiento.
La administración Sheinbaum aún no ha emitido una postura oficial sobre esta nueva política migratoria de Estados Unidos. El tema podría generar tensión diplomática si no se atiende en los próximos encuentros bilaterales.