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Policiaca

Asesinaron a un agente de la GESI durante una emboscada en Baja California

La violencia a escalado en el país, a tal grado que policías y otros agentes de seguridad han muerto durante los combates contra el crimen organizado, e incluso en salvajes emboscadas.

Tal fue el caso de un miembro de la Guardia Estatal de Seguridad e Información (GESI) de Baja California, quien murió durante una emboscada en el Valle de San Quintín, municipio de mismo nombre.

De acuerdo con los informes de medios de comunicación locales, un enfrentamiento fue reportado en el fraccionamiento Chávez Marrón, donde hirieron de bala a un agente.

Aunque las autoridades lo trasladaron inmediatamente a un hospital de la zona, se reportó la muerte minutos más tarde del agente Christian Urias García, de acuerdo con la información de Dejando Huella Noticiero.

De acuerdo con el medio, agentes de la GESI se introdujeron, en compañía de la Guardia Nacional, a dicho territorio para ejecutar la orden de aprehensión contra Adrián Barrón Casillas, conocido también como “El Tatuado” y presunto miembro del grupo del crimen organizado conocido como “Los Oaxacos”.

Ataque en San Quintin (Foto: Captura de Pantalla / Dejando Huella Noticiero)Ataque en San Quintin (Foto: Captura de Pantalla / Dejando Huella Noticiero)

La información pública sobre Los Oaxacos es limitada. Los medios de comunicación locales refieren que es una pequeña pandilla con base en Baja California, particularmente en los municipios de Tijuana, Ensenada y San Quintín; supuestamente estarían ligados al Cártel de Sinaloa.

El municipio de San Quintín se formó en febrero de 2020. Originalmente era parte de Ensenada. Gran parte de la violencia en estos dos municipios se debe a una disputa entre facciones entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel de Sinaloa y otros grupos más pequeños.

Varias facciones del Cártel de Sinaloa luchan por el control de Ensenada desde el asesinato en septiembre de 2020 de Víctor Manuel Murillo Padilla, alias “El Chatarras” o “El Negro”, de acuerdo con lo informado por Borderland Beat.

Según los informes, Los Oaxacos nacieron en Tijuana a principios de la década de 2010 por miembros de Los Talibanes y / o Los Chamulas, una facción que alguna vez estuvo encabezada por Israel Osuna Abarca, alias “El Paisa” o “El Chamula Mayor”.

En 2012 fue asesinado el líder de Los Oaxacos, Héctor Antonio Salazar Monzón, alias “El Oaxaco”. Trabajó con Alfonso Arzate García, alias “El Aquiles”, miembro de alto rango del Cártel de Sinaloa.

Y a principios de mayo de 2021, Alexis Barrón Medina, alias “El Pelirrojo” o “El Pecas”, identificado por las fuerzas de seguridad como actual líder de dicha célula criminal, fue asesinado en San Quintín.

Los informes indican que a las 22:00 horas del domingo 2 de mayo ingresó a la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de la colonia Vicente Guerrero, un hombre con tres heridas de bala, pero el sujeto murió horas más tarde, de acuerdo con agentes consultados por el semanario Zeta Tijuana.

Ataque en San Quintin (Foto: Captura de Pantalla / Dejando Huella Noticiero)Ataque en San Quintin (Foto: Captura de Pantalla / Dejando Huella Noticiero)

Los Oaxacos se hicieron conocidos en la Ciudad de México por sus delitos cometidos contra los comerciantes de la Central de Abasto de la Ciudad de México.

El domingo 6 de mayo uno de sus integrantes ejecutó a la oficial de policía Margarita Rivera con un disparo en la nuca.

A esta célula se le atribuyeron también homicidios, asaltos violentos a clientes de la Central de Abasto y extorsiones a locatarios, quienes debían pagar una cuota aproximada de 350 dólares semanales.

Increible

Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

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