El 9 de marzo de 2019, Jaime Osuna, un asesino convicto de 31 años, decapitó a su compañero de celda y cortó varias partes de su cuerpo, pero los guardias del penal que hacían sus rondas informaron que ambos hombres estaban vivos, así se desprende de dos nuevos informes sobre las prisiones de California publicados por la oficina del inspector general, informa The Los Angeles Times.
El asesinato ha provocado investigaciones y una demanda sobre por qué Luis Romero, de 44 años, estaba en la misma celda con Osuna, un autodenominado satanista con un historial de ataques a sus compañeros de celda. Un informe estatal culpó al Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California por incompetencia en su investigación y su demora en disciplinar a los guardias.
La causa por la que los oficiales no descubrieron la espantosa escena antes no se detalla en los informes. Según una demanda presentada por la familia de Romero, había una sábana blanca sobre los barrotes de la celda, lo que sugería que los guardias no hicieron un registro exhaustivo de la celda. El Departamento de Correcciones del estado rechazó las conclusiones del informe e insistió en que se había llevado a cabo una «investigación exhaustiva y completa desde el principio».
No obstante, el abogado de la familia de Romero, Justin Sterling, afirmó que los informes describen el «velo de secretismo» del departamento que oculta la mala conducta de los oficiales.
Romero ya había pasado 27 años en prisión cuando fue trasladado a la celda de Osuna. Había sido condenado por asesinato en segundo grado después de disparar y matar a una mujer en Compton cuando era un adolescente. Por su parte, Osuna estaba cumpliendo cadena perpetua por torturar y matar a Yvette Pena, de 37 años, en un motel en Bakersfield, California, en 2011.
El asesino usó un «objeto metálico afilado envuelto en una cuerda y atado a un mango» contra su compañero de celda, cortó varias partes del cuerpo de Luis Romero, incluyendo un ojo y un dedo. Las autoridades declararon que el hombre murió desangrado debido a «múltiples traumatismos de fuerza aguda». Los guardias encontraron a Osuna llevando un collar hecho con las partes del cuerpo de Romero. El fiscal del condado de Kings, Phil Esbenshade, calificó el crimen como «el caso más espantoso» que había visto en términos de atrocidad porque se cree que la víctima «estuvo consciente durante una parte del tiempo».
Los guardias tenían que revisar las celdas de vez en cuando, señaló Sterling, y este crimen debió de tardar horas en cometerse. Si los guardias hubieran estado haciendo sus chequeos requeridos, Romero estaría vivo hoy, dijo.
Según los informes del inspector general, los dos guardias informaron falsamente que habían observado a Romero vivo. Además, un tercer y cuarto oficial no informaron que habían visto como los dos primeros oficiales «no llevaban a cabo adecuadamente los recuentos», según uno de los informes. Asimismo, el informe también critica la investigación de asuntos internos del departamento de prisiones. Asegura que el primer oficial mintió durante la entrevista y que el agente especial a cargo de la investigación no entrevistó a varios testigos clave.
Osuna fue diagnosticado con un trastorno de esquizofrenia no especificado, trastorno de personalidad antisocial y trastorno límite de la personalidad.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.